Los escándalos por agresiones de jugadores de fútbol americano a mujeres parecen no tener fin. No hablamos de la NFL en este caso, sino del nivel inferior, el colegial, pero el problema es igual de grave.
De'Andre Johnson, quaterback de la universidad de Florida State (FSU) fue apartado del equipo hace un mes por ser considerado sospechoso de haber golpeado a una mujer en un bar de Tallahassee. El juicio aún no se ha celebrado por lo que debe seguir siendo considerado un sospechoso, pero se ha filtrado un vídeo en el que se le ve claramente siendo el agresor.
Al parecer, la chica y el QB se enzarzaron en una discusión porque el jugador quería llegar a la barra y la mujer se lo impedía. En un intercambio de palabras y golpes, Johnson acabó golpeando con extrema violencia en el rostro de la agredida.
Tras ver este vídeo, y con la sensibilidad que existe en el mundo deportivo norteamericano tras los casos de violencia de género de Ray Rice, Greg Hardy o Ray McDonlad en la NFL, es fácil imaginar que Johnson nunca va a volver a jugar para Florida State y, muy probablemente, no estará con ninguna otra universidad en esta temporada de la NCAA. Su futuro, podría ser, la petición de transferencia a otro college donde comenzaría de cero el año que viene tras pedir perdón por sus pecados, hacer acto de contricción pública y, por supuesto, cumplir con lo que la justicia le imponga como sanción.
La universidad de Florida State es una de las más importante de la competición de fútbol americano universitario. Su último QB, Jameis Winston, es el reciente número uno del draft con Tampa Bay Buccaneers. Johnson era uno de los que estaban peleando por ser su sucesor e intentar que el equipo llegase a pelear por el título nacional, tal y como han hecho las últimas temporadas.