La ciudad en la que le puso pausa a su etapa como técnico de clubes es la misma que ahora lo reactiva al frente de un equipo de liga profesional. En septiembre de 2002 dejó el Independiente Medellín que a fin de año salió campeón en manos de Víctor Luna, para comenzar su ciclo como seleccionador. Mundiales juveniles y de mayores, eliminatorias, Colombia, Honduras, Ecuador, Copa América, halagos, críticas. Todo eso pasó, cuando le dio el sí a la Federación Colombiana de Fútbol que le encomendó las categorías juveniles de la selección con la misión de volver a jugar una Copa del Mundo.
Metódico como es, armó su plan, eligió su grupo de trabajo. Lo ejecutó. El tercer lugar en el Mundial Sub 20 de Emiratos Árabes 2003 marcó el camino. Ese equipo ganó fama y algunos nombres están vigentes: Macnelly Torres (lo pidió para Nacional), Abel Aguilar, Freddy Guarín, Yulián Anchico.
Con la selección mayor en llamas durante la eliminatoria para el Mundial 2006, agarró como técnico ese hierro caliente. Encontró desolación, puso esperanza. Le exigieron clasificación, devolvió ilusión. Pero no le alcanzó. Un punto lo dejó afuera del repechaje que le tocó a Uruguay.
Sin respaldo en Colombia, atendió el llamado de Honduras que también pidió clasificación al Mundial. Arrancó de cero, con su misma gente, dispuesto a sanar las heridas. Lo logró. Después de 28 años puso a los centroamericanos en Sudáfrica 2010. Con una nómina apenas modesta sólo jugó la primera fase. Héroe nacional igual, lo hicieron ciudadano.
Su nivel de exigencia le reclamó nuevos retos. Ecuador retomó con él su costumbre de tener técnicos colombianos para disputar las eliminatorias. Pero antes estaba la Copa América de 2011 en la que se fue en primera ronda. La prensa le puso límite: ir al Mundial de Brasil o nada. Se salió con la suya. Clasificó y se fue después de quedar afuera de los octavos.
El último año tomó aire. Analizó ofertas, revisó proyectos. Se decidió por Atlético Nacional.
"Es muy seductor por todas sus condiciones. Tiene cosas que uno ambiciona como entrenador. Se dieron una cantidad de factores importantes para asumir esta responsabilidad", dijo durante su presentación oficial el 4 de junio.
Retoco su grupo de siempre -Eduardo Velasco preparador físico, Pedro Zape entrenador de arqueros- con Bernardo Redín como asistente técnico porque Alexis Mendoza dirige a Junior de Barranquilla. “Lo conozco bien. Él se identifica con lo que es Nacional", explicó.
En un mes de trabajo el plantel reconoce su estilo. Su experiencia en Mundiales salta a la vista. Diego Arias, le expresó a AS Colombia que “nos sentimos como una selección”, luego de que enun entrenamiento usara sensores GPS, un software de rastreo que almacena información y le ayuda al cuerpo técnico a analizar varios aspectos del rendimiento de los futbolistas.
Francisco Nájera referente del equipo, “destacó que La experiencia internacional lo ha llevado a entender y a manejar todos los aspectos dentro de este juego”.
Está de regreso en Medellín donde todo empezó. El desafío es recuperar el dominio que el equipo verde tuvo con Juan Carlos Osorio quien ganó tres ligas locales, dos copas Colombia y lo llevó lejos en los torneos internacionales.
“Tenemos todo el entorno y una gran nómina y ganadora. Hay ilusión y motivación de lograr grandes cosas con Nacional y esa va a ser la exigencia de nosotros y el cuerpo técnico (…) Menos palabras y más fútbol”, enfatizó.
Algo que aplicó en los últimos 13 años.