Dos viejos conocidos de la afición madridista, Ezequiel Garay y Kiko Casilla, son ahora mismo el plan B del Real Madrid. El central y el portero son los mejor colocados para reforzar al equipo blanco dependiendo del éxito el fracaso de otras operaciones que en estos momentos centran la atención de todos en la Casa Blanca.
Concretamente, el central del Zenit es el favorito del club para reforzar el centro de la zaga en caso de que Sergio Ramos finalmente abandone el club, mientras que las posibilidades del guardameta son más remotas, teniendo que producirse la salida de Iker Casillas y que se frustrara el fichaje de David De Gea para que el club abordara su fichaje.
Hay que recordar que ambos ya han militado en el Real Madrid. Garay, de 28 años, fichó por el conjunto blanco en 2008 procedente del Racing, aunque en su primer año permaneció como cedido en el conjunto cántabro. Cuando por fin llegó al Bernabéu en 2009, su sueño resultó más amargo de lo que esperaba. En la primera de las dos temporadas que estuvo en el club participó en un total de 23 partidos, en la segunda tan solo 8. En 2011 se marchó al Benfica, que pagó 5,5 millones. Allí se hizo con la titularidad y volvió a la Selección Argentina cuatro años después, siendo un fijo desde entonces. El pasado verano el Zenit pagó 6 millones para hacerse con sus servicios.
Por su parte, Kiko Casilla, aunque llegó muy joven a la cadena de filiales del Real Madrid procedente del Nàstic, nunca llegó a debutar con el primer equipo. En 2007, tras dos años de escasas oportunidades en el Castilla, decide fichar por el Espanyol, donde se topa con la competencia del indiscutible Kameni. Tras dos cesiones a Cádiz y Cartagena, regresa a Barcelona para hacerse las dos últimas temporadas con la portería de Cornellá, convirtiéndose en uno de los mejores porteros de la Liga.
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