Chris Froome es un tipo con un gran sentido del humor. Con el rostro totalmente empañado por el sudor y la arena del pavés, el británico se mostró feliz pese a ceder el maillot amarillo: “En 2014 ni me acerqué a una sección de adoquines, me caí y me lesioné antes. Superar este día, aunque Tony Martin me quitara el liderato, supone un éxito enorme. Vinimos aquí por el título. Seguimos en la misma buena línea, bien posicionados”.
El jefe del Sky quiso agradecer el trabajo de sus gregarios, y también felicitar a Tony Martin: “Me protegieron de forma genial. Geraint es increíble: baila sobre las piedras, me guardó la espalda y me condujo al frente. Y a Tony Martin debo darle la enhorabuena. Se trata de un corredor excepcional, y su victoria y su amarillo son recompensas más que merecidas”.