Mantener el hambre y la motivación de un novato es imposible después de 21 años de boxeador activo y menos en el lugar en el que se encuentra el filipino Manny Pacquiao, o al menos así lo ve Dewey Cooper, el entrenador de Jessie Vargas, quien insiste en que por más que lo intente es imposible que PacMan siga siendo aquel peleador que se abrió camino en ocho divisiones.
“Pacquiao estaba en lo correcto ayer, cuando habló de que sabe lo que se siente el hambre y las ganas de cuando tienes 27 años, pero no es lo mismo. Creo que es un gran peleador, pero no posible sostener la intensidad de hambre por tantos años y más siendo alguien tan exitoso. Ahora como político, famoso y súper rico. Tal vez en su cerebro aún tenga hambre, pero en su alma sabe que no es lo mismo. Una cosa es lo que puedas decir y otra lo que sientes en el fondo. Se que mi peleador si lo siente, aún tiene ese gran elemento que lo catapultará”, dijo en entrevista con La afición Cooper.
El afroamericano, quien fuera campeón del mundo en kickboxing y luego incursionara en el boxeo, explicó que la apuesta de su equipo este fin de semana es alta, pero es un riesgo con el que están dispuestos a lidiar pues saben que una victoria será el inicio de una carrera aún más atractiva.
“Esperamos una pelea intensa, esa es la razón por la que la gente ama tanto a Manny Pacquiao y sería muy idiota de nuestra parte confiarnos en que no será agresivo y muy rápido. Ese es el tipo de pelea que esperamos y ahí es donde vamos a meter toda la presión para sacar la victoria”, sentenció Cooper, quien se sumó al equipo de Vargas el año pasado para ocupar el lugar que dejó vacante Érik Morales.