Han transcurrido poco más de 100 horas desde la obtención de la Copa América por parte de Chile y el trabajo de Jorge Sampaoli no cesa. De hecho, ni siquiera comienza su descanso (se irá a fines de esta semana).
Ayer por la tarde sostuvo una reunión a la hora de almuerzo con Sergio Jadue, presidente de la ANFP, en la que básicamente debían definir los detalles de los compromisos que tiene la Roja de aquí a fin de año.
Las fuerzas se centraron en planificar lo que queda de año competitivo para el equipo, el que incluye amistosos y los primeros partidos de las clasificatorias rumbo a la próxima cita planetaria.
A la Federación chilena la han tentado con jugar los amistosos de la fecha FIFA de septiembre en el Medio Oriente, más específicamente en Qatar, algo que no tiene totalmente convencido al estratega.
El dinero involucrado, eso sí, tendría mucho que decir. De todas formas, la intención del DT incluso llama a jugar esos partidos en suelo chileno o bien en Europa, donde el cambio de hora y las condiciones son más parecidas a lo que se encontrará en las eliminatorias.
En lo que no tranzará el técnico es en los rivales: Con las clasificatorias a la vuelta de la esquina (entre octubre y noviembre se jugarán las primeras cuatro fechas), los rivales tienen que ser sudamericanos. Ahí, un nuevo amistoso con Brasil ha asomado entre las alternativas pero las conversaciones no han prosperado.
¿Un segundo amistoso? Es visto con buenos ojos, pero, dicho está, debe cumplir con que será uno de los que disputará con Chile uno de los 4.5 cupos que tiene la Conmebol para Rusia 2018. Si no es parte de esos diez equipos, debe al menos tener un juego similar. Si no, no se juega.
El 25 de julio se realizará el sorteo del fixture de la ruta al próximo Mundial. En la ANFP pretenden para esa fecha tener cerrados o al menos muy avanzados esos amistosos de septiembre.
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