Una apuesta a todo o nada al número uno de Newton
Ron Rivera lo tuvo muy claro desde que pisó el vestuario de los Panthers por primera vez en 2011. En una división de fuegos artificiales como la NFC Sur, el camino del éxito es hacer lo contrario que el resto y vivir de la defensa. Y la fórmula no le está yendo muy mal, que por primera vez en la historia de esa división, un equipo ha conseguido repetir titulo, y ese ha sido Carolina.
Aunque hacerlo con un récord negativo no es precisamente motivo de orgullo. Y Rivera pasó en pocas semanas de estar con un pie fuera del equipo a dirigirlo en un partido de ronda divisional.
Lo de ser un referente defensivo está fenomenal, pero no sirve de nada si tu ataque no tiene pegada, y ahí entra en juego Cam Newton, un quarterback que deslumbró en su primer año como titular, lanzando más de 4.000 yardas y corriendo 706, pero que en las tres siguientes ha luchado contra sí mismo para intentar ser un pasador fiable desde el pocket, y un jugador menos vulnerable tras su línea. Hace pocas semanas firmó un contrato descomunal, que le hizo multimillonario y le ató en matrimonio al equipo, pero que le obliga a subir un par de escalones de golpe y despejar todas las dudas que le atormentan a él y a quien le ve jugar. Porque como no lo haga, los Panthers pueden tardar muchos años en volver a levantar cabeza.
El problema es que el ataque vuelve a estar tan cogido por los pelos como en los últimos años. Jonathan Stewart por fin jugó durante el último mes de diciembre como el corredor estelar que llevábamos años esperando, pero nada asegura que consiga mantenerse sano mucho tiempo, y además ya no tendrá a su lado a DeAngelo Williams, su pareja inseparable. Kelvin Benjamin, su receptor del futuro, llegó a los entrenamientos de junio tan gordo que debió seguir un plan especial. Un año ha sido suficiente para poner en cuestión su compromiso. Menos mal que ahí estará Greg Olsen, como siempre, sin que nadie parezca darse cuenta de su talento inabarcable.
Por suerte, siempre les quedará Kuechly al mando de una defensa que sin dejar de estar en la élite, aún no se ha recuperado de la pérdida de Hardy, empeñado en destruir su vida y la de los que le rodean. Pero deberán andarse con ojo, porque su secundaria el año pasado ya fue fuente de disgustos.
Ron Rivera lo tiene claro y seguirá viviendo de su defensa, pero como Cam Newton le falle, quizá sigan reinando en el sur más profundo, pero no dejarán de ser un simple chollo en enero sin una pizca de pegada.
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Las tres claves del equipo por Edgar Donis
1 Ron Rivera es el amo y señor de este equipo, y eso es bueno. Es un líder sólido en el vestuario, y en la organización. El público está con él, ni siquiera lo cuestionaron cuando el año pasado se encontraban con un record de 3-8-1. Que acabase con 4 victorias consecutivas y colándose en playoffs (en esta división floja en 2014) reforzó su posición de jefe de equipo.
2 El staff lleva invariado (head coach y cordiandores) desde 2013, algo clave en la gestión de la plantilla. Prueba de ello es que tras la desbandada de jugadores y llegada de gente nueva del año pasado, el bajón no fue tan grande como se esperaba. La continuidad de coordinadores y esquemas ofensivos/defensivos es algo que no debe ser infravalorado.
3 Cam Newton es ese tipo de jugadores que le motiva demostrar a la gente su calidad. Con un contrato mejorado recién firmado, va a tener todo un año para intentar convencer a la gente de que merece ese dinero. Esto puede conllevar una retroalimentación, que se haga más líder y haya una mejora de todos sus números, que le aúpe de verdad a la élite de la posición.
Lo mejor
1 Luke Kuechly es el mejor middle linebacker de la NFL, y un gran capitán para su equipo.
2 La defensa es la mejor de la división, y eso es una ventaja sustancial de partida.
3 Benjamin es uno de los grandes receptores de la prometedora hornada de 2014.
Lo peor
1 Jonathan Stewart va a tener más regularidad para ser un corredor titular reconocible.
2 Hay alguna dudas de cómo podrán rendir los receptores que están detrás de Benjamin.
3 Los cornerbacks tienen margen de mejora, y será bastante necesaria para este año.