Andre Ward se levantó de la lona para destronar al ruso Sergey Kovalev y conquistar las coronas de semicompletas de la AMB, OMB y FIB no sin antes dejar una estela de duda.
Ayer por la noche en el TMobile Arena de Las Vegas, el ex olímpico estadounidense recorrió toda la vía para llevarse el triunfo con unas tarjetas de 114-113, 114-113 y 114-113 que no reflejaron lo que se vio sobre el ring.
Son of God cedió los primeros seis episodios a la fortaleza del ruso, incluso visitando la lona en el segundo round por una potente derecha que lo dejó con los puños recargados en la lona.
Un cambio en la estrategia sumado a la frustración acumulada producto de abrazos, cabezazos y golpes bajos, ayudó a que Ward recuperara la confianza y fintando y moviendo la cintura comenzó a acortar la distancia en las tarjetas.
“¿Qué opino de las tarjetas? Nada… la verdad no quiero hablar de ellas pues estoy decepcionado. Yo se que aquí no soy más que un invitado y me decepciona el trabajo de los jueces”, señaló Sergey Kovalev, quien con este polémico resultado perdió el cero de su récord sin mancha.
Ward, quien no pudo ocultar su cara de sorpresa por el triunfo, señaló que fue una pelea tan dura como la había imaginado, pero estaba orgulloso de haberla sacado adelante.
“No me sorprendió el triunfo”, insistió Ward, “sabía que hice mi trabajo y pude sacar la pelea. Me voy muy satisfecho”, dijo el peleador que asegura ahora ocupa la posición número uno de los libra por libra.
Shields ya es pro
La doble medallista olímpica Claressa Shields arrancó con su carrera profesional con una decisión unánime al vencer a Franchon Crews tras recorrer cuatro rounds.
La boxeadora de Flint, Michigan, única en refrendar el título olímpico para Estados Unidos en la historia del boxeo amateur, tuvo dificultades debido al estilo arrebatado de su adversaria.
Tras perder el último round, Claressa tuvo que soportar la espera mientras los jueces deliberaban el resultado: una decisión unánime.