Una de las desventajas de cosechar buenos resultados es que la exigencia de la afición es cada vez más alta. Costa Rica, tras realizar un impresionante Mundial en Brasil, debe acostumbrarse a ganar y a cargar con el rótulo de favorita. Si bien siempre se espera que sean México o Estados Unidos los que se lleven el título más importante de la región, los ticos cargan hoy con una responsabilidad que no tenían hace años.
Pero tienen algunos factores en contra. El primero, que no cuentan ya con la mente detrás del éxito mundialista. Jorge Luis Pinto, colombiano, obsesivo con la preparación física y táctica, contragolpeador por excelencia, logró construir un equipo extremadamente sólido y efectivo. Pinto ha cambiado Costa Rica por Honduras, que ayer estuvo cerca de malograrle la fiesta a los Estados Unidos, y el cargo lo ha heredado su asistente en Brasil, el legendario ex delantero Paulo César Wanchope, segundo goleador histórico de su país.
El segundo factor en contra es la de las ausencias de jugadores claves. La más notoria es sin dudas la de Keylor Navas, el portero que sacó a Costa Rica de varios aprietos en el Mundial y uno de los líderes del plantel. El portero del Real Madrid ha sufrido una lesión en el tendón de Aquiles y no estará en la Copa Oro. A él se suma Bryan Oviedo, del Everton, que tampoco jugó el Mundial. Oviedo es un lateral izquierdo veloz y con proyección y su reemplazante, Roy Miller, tiene muy poca movilidad, lo cual ha pagado caro Costa Rica.
El tercer factor es quizás el más desalentador: desde que Wanchope está en el banquillo, los resultados para los costarricenses no han sido nada buenos. De hecho, de los cinco amistosos que ha jugado el equipo bajo el mando del ex goleador, no ha ganado ninguno. A pesar de que hay mecanismos que funcionan bien –en su mayoría por herencia táctica de Pinto-, y que el juego de ataque fluye sin problemas, apoyado en el tridente Ruiz-Borges-Campbell, las grandes fallas en defensa exponen demasiado al conjunto tico. A la lesión de Oviedo se han sumado las del central Oscar Duarte, del Brujas belga y el mediocampista defensivo Yeltsin Tejeda, lo cual ha dejado vacíos en la zona defensiva.
Esta noche el partido ante Jamaica no será nada fácil. El equipo amarillo, que fue invitado a la Copa América, perdió todos sus partidos pero sin dejar una mala imagen: es un conjunto rápido y potente, que puede contragolpear bien. Costa Rica deberá asumir su rol de favorito y dejar claro que quiere y puede arrebatarle la corona a los gigantes del norte.
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