Andre Greipel repitió victoria al sprint tras batir a Peter Sagan, otra vez segundo, en la quinta etapa del Tour de Francia, entre Arrans y Amiens (189 km), que llevó la paz al pelotón tras las cuatro trepidantes jornadas iniciales y que sólo se vio alterada por la lluvia y por algunas caídas. El alemán, que ya venció el domingo en Zelanda, ha dominado las dos llegadas masivas disputadas hasta ahora. Su compatriota Tony Martin, que trabajó de lanzador para Mark Cavendish (tercero), continúa líder y se convirtió en el primer corredor de esta edición que repetirá con el maillot amarillo enfundado.
Greipel es un fuertote velocista natural de Rostock, la misma localidad de la extinta RDA donde nació Jan Ullrich. El próximo 16 de julio cumplirá 33 años en pleno Tour, de momento con un palmarés que incluye ocho etapas en la Grande Boucle, tres en el Giro y cuatro en la Vuelta. Su victoria en Amiens le permite consolidar el maillot verde de la clasificación de puntos. En los dos únicos sprints disputados hasta ahora, el germano se ha mostrado muy superior a sus rivales.
La etapa transcurrió con relativa tranquilidad, sólo rota por la insistente lluvia y por varios accidentes, especialmente por la montonera que se produjo en el km 12 y que afectó a varios corredores del Cofidis, entre ellos al velocista francés Nacer Bouhanni, que tuvo que abandonar, y a los españoles Luis Ángel Maté y Dani Navarro. A esas alturas ya rodaba fugado Pierre-Luc Perichon, el llanero solitario de la jornada, que no llegó muy lejos y fue engullido a 98 km de la meta. Poco después, cuando faltaban 75, surgió un momento de nerviosismo con el viento, que fragmentó el pelotón en dos grandes grupos, pero no sorprendió a ningún gallo.
A 24 kilómetros de la llegada hubo una nueva montonera con una veintena de corredores implicados en la parte trasera del pelotón, que afectó al gafado Thibout Pinot, que mantiene su racha negativa, a pesar del brillante arranque que tuvo en la contrarreloj. También a Jean Christophe Péraud. Los franceses del podio del año pasado no carburan en 2015. El pelotón no iba muy rápido en ese momento y los daños no fueron aparentemente graves. De hecho, el gran grupo ralentizó la marcha y permitió enlazar. Desde unos kilómetros antes se rodaba en son de paz. En una etapa que transitó por el Somme, escenario de cruentos combates en la Gran Guerra, los ciclistas prefirieron firmar un pacto de no agresión.