Mikel Merino, Dani Ceballos y Rodrigo Hernández. Los dos primeros ya han destacado en Segunda División con Osasuna y el Betis, respectivamente. El tercero espera dar pronto el salto al primer equipo del Villarreal. Pero los tres tienen un objetivo en común: convertir a La Rojita en campeona de Europa.
España brilló en su debut ante Alemania (0-3) y gran parte de culpa la tuvieron ellos tres, los centrocampistas titulares de la Selección. “Lo más difícil fueron los nervios del debut, pero supimos controlar el partido y fuimos a más”, valora Ceballos.
La Rojita cimentó en el dominio del centro del campo su exhibición. Merino hizo el 0-1 a los ocho minutos, Rodrigo sostuvo a España defensivamente en los malos momentos y Ceballos puso la magia. El sevillano se siente muy cómodo entre líneas, respaldado por sus dos escuderos de lujo y con libertad para llegar al área: “Son futbolistas con los que es sencillo entenderse”, asegura. Merino sigue la misma línea que su compañero: “Cuando juegas con gente de este nivel es muy fácil”. Rodrigo, por su parte, cree que el secreto es que “nos llevamos muy bien y eso se ve en el campo”.
Unión. El buen entendimiento se traslada también fuera del terreno de juego. “La diferencia con otras selecciones es que somos un equipo, no una selección. Esa es la clave. Somos jugadores elegidos cada uno de un club, pero aquí somos un equipo unido”, dice Merino.
Lo más duro, sin duda, es la distancia. “Esto es muy bonito, pero a mí me afecta estar tanto tiempo lejos de casa, soy muy familiar”, dice Ceballos. Sin embargo, para hacerlo más llevadero, Dani es el encargado de la música en el vestuario: “Alguno se enfada porque pongo mucho flamenco, que es lo que más me gusta. A veces me riñen y me toca ponerles algo de reggaeton”, comenta. A ritmo de flamenco o reggaeton, según decida Dani Ceballos, España intentará batir mañana a Rusia y sellar su pase a las semifinales del campeonato.