Como no podía ser de otro modo, en Yamaha no gustó nada que uno de sus dos pilotos, Lorenzo, fuera pitado por un sector de la afición, con pitos procedentes principalmente por aficionados vestidos con los colores de su otro piloto, Rossi. Lin Jarvis, máximo responsable del equipo de carreras de la marca de los diapasones, es contundente a la hora de manifestar su rechazo a lo visto en Montmeló tras la carrera: “Creo que el comportamiento de los aficionados fue injusto y Vale ya ha dicho que él piensa lo mismo. Todos los pilotos se merecen todo el crédito por sus increíbles actuaciones deportivas, que deberían ser reconocidas y aplaudidas por los espectadores”.
El inglés ya padeció en sus carnes la guerra que hubo en la anterior etapa de Rossi y Lorenzo como compañeros de box, de 2008 a 2010, y ahora disfruta más que nadie con la idílica relación que mantienen sus chicos desde que se reencontraran en 2013. Por eso no va a permitir que nadie de fuera enturbie el magnífico ambiente que impera en el box del Movistar Yamaha, incluso habiendo como hay sólo un punto de diferencia entre ambos en plena pelea por el título. “Las acciones de la gente fuera del box no tienen nada que ver con lo que ocurre dentro de nuestro box y de nuestro equipo. La palabra clave para ser valorado es respeto”, asegura Jarvis a este diario, convencido de que únicamente un encontronazo entre ambos en la pista podría hacer que volviesen a las andadas.
Mientras tanto, seguirán disfrutando de sus éxitos, en forma de doblete, si puede ser, como en Montmeló y Le Mans, al mismo tiempo que de la crisis de Honda, con Márquez a 69 y 68 puntos de distancia de sus dos pilotos oficiales y en problemas sobre una RC213V demasiado brusca.