Óscar de la Hoya sigue afinando detalles para la pelea entre Saúl Álvarez y Julio César Chávez, esta labor lo llevó a pisar suelo mexicano.
"Esta pelea es de gran importancia y el boxeo la necesita muchísimo. Queremos que los fanáticos mexicanos se sientan envueltos en esta pelea, que la disfruten porque es para ellos", dijo en conferencia de prensa.
El promotor mexicoamericano reveló que cerrar la contienda no fue algo tan complicado pues ambos peleadores se tienen muchas ganas desde hace años, lo único que queda de finiquitar son detalles como la sede, cartelera de apoyo y algunas de transmisión, sobre todo en México.
"El mundo sabe que será una guerra no un baile, como las otras peleas que otros promotores hacen. Sabemos que si hay una buena pelea también habrá una revancha. Nuestra meta es hacer que los fanáticos disfruten", recalcó el ex campeón.
Dentro de las opciones de sede se sigue oscilando entre Texas y Las Vegas, pues a pesar de la gran historia que tiene las Vegas como meca del boxeo, una buena oferta de Jerry Jones, el dueño de Los Vaqueros de Dallas haría que se mude la pelea para Arlington.
"Hablaré con Jones porque está pelea puede meter más de cien mil almas. Reconozco qué hay mucha gente que ama y extraña ir a las Vegas para ver una pelea muy buena, mexicana. Por eso estamos a la espera de la mejor oferta", sentenció.
De la Hoya aseguró que para esta contienda esperan a una nueva versión de Julio César Chávez Jr., pues él como ex peleador reconoce que cuando se le trae ganas al rival se entrena "con mayor motivación".
HABRÁ TOUR DE PROMOCIÓN
El promotor que ha estado atrás de la carrera de Canelo desde su debut internacional, reveló que para esta ocasión ambos peleadores arrancarán un tour de promoción que posiblemente cuente con dos paradas en México (Ciudad de México y posiblemente Cancún) para después visitar Estados Unidos con paradas tentativas en Los Ángeles, Las Vegas, Texas, Nueva York y Florida.
Lo único que está seguro hasta el momento es que la fecha de promoción del duelo arrancará en la Ciudad de México a finales de febrero.