Mark Cavendish se impuso en una etapa del Tour de Francia dos años después de su última victoria, un triunfo que atribuyó a la paciencia y que dedicó a su compañero de equipo el alemán Tony Martin, que tuvo que retirarse este jueves por una caída cuando vestía el maillot amarillo.
"En los últimos días estaba igual de fuerte pero fue demasiado impaciente, no supe esperar al buen momento. Hoy creo que he esperado demasiado, pero al final ha salido bien", comentó el ciclista británico del Etixx.
Cavendish tomó la rueda del noruego Alexadre Kristoff, "que suele lanzarse muy pronto", pero en esta ocasión el ciclista del Katusha aguardó demasiado.
"Temí quedarme cerrado, pero al final pude salir. Afortunadamente (André) Greipel no me ha cerrado, pudo enviarme a las vallas pero ha sido un caballero", señaló.
En Fougères, el ciclista de Man conquistó su vigésimo sexto triunfo en el Tour, lo que le convierte en el tercer ciclista de todos los tiempos que más atesora, a dos del francés Bernard Hinault y a ocho del belga Eddy Merckx.
"Ganar una etapa en el Tour justifica una carrera y yo estoy orgulloso de haber ganado tantas. Esta es especial porque llega tras dos años de sequía. He sabido esperar mi momento", consideró el ciclista, que había recibido la visita de su esposa y de su hija.
Cavendish dedicó el triunfo a Martin, que no pudo tomar la salida porque la víspera se había roto la clavícula en una caída cuando estaba de líder. "Es una gran pérdida para nosotros y quería ganar por él. Es un gran compañero. Es como si hubiéramos comenzado con 12 ciclistas y ahora fuéramos 8", dijo. Al término de su contrato con el Etixx, Cavendish dijo que le gustaría renovar por la formación belga.
"Este equipo me ha hecho crecer, funciona y me gustaría seguir. Es un equipo muy belga, gente muy acogedora, es como una familia. En Bélgica todo el mundo adora la bicicleta, algo que me encanta, estar con gente con quien puedo compartir mi pasión por el ciclismo", señaló.