Leo Santacruz quiere hacer sentir al inglés Carl Frampton lo que a él le tocó vivir hace seis meses. Ansía que experimente lo que es perder no solo el campeonato del mundo, sino también el récord invicto.
Este fin de semana, en el MGM Grand de Las Vegas, El Terremoto Santacruz quiere sacudir al monarca inglés y quitarle brillo a su carrera, devolviéndole el favor, manchando su marca y ganando terreno de cara a encuentros mucho más interesantes.
“Una derrota es bastante dura, uno nunca quisiera que esa derrota llegara. Está el honor de uno, el honor de estar invicto y luego llega ese peleador y te lo quita. Al principio fue bastante complicado, no lo podía creer, pero después con las palabras de mi gente, del público, me motivé y me inspiraron. Me entraron esas ganas de seguir entrenando y ganar la revancha para recuperar mi título. Una derrota sí es importante, pero no define tu carrera. Lo que nos define es el cariño de los fanáticos y su apoyo”, explicó a La Afición el michoacano, quien regresa fortalecido tras la recuperación de padre, José Santacruz.
Libre de cáncer y de nuevo en su esquina, don José llegó a infundir vitalidad y motivación en su hijo de 28 años y ahora de su mano buscarán abollar la corona de Frampton.
“Nos preparamos muy bien para esta pelea. Tuvimos que hacer ajustes que en la primera pelea no funcionaron. Aprendimos de los errores. Mi papá ha estado conmigo todo el campamento diciéndome cómo pelearle y cómo hacerle. Me ha dicho que utilice mi distancia, que tire uno o dos golpes y no me quede ahí para que me contragolpeen”, abundó.
Desde antes de enfrentarte a Frampton la primera vez, mencionaste la falta de tu padre en la esquina, ahora, de nuevo juntos, ¿él será un factor que cambiará el resultado?
El que no estuviera en mi entrenamiento y que tuviera que ir a la clínica y se sometiera a las cirugías, fueron cosas que me desconcentraron. Solo estaba pensando en él, cómo saldría, que si al otro día podría estar ahí conmigo. Pienso que fueron grandes distracciones, pero gracias a Dios ahora lo tengo aquí y me ha estado empujando y motivando. Ahora sé que si esta vez nos gana de nuevo, es porque es mejor que nosotros. Pero, obviamente, voy con todo por el triunfo.
¿Qué tanta presión hay en esta revancha y más siendo directa?
Siempre he sido de esos peleadores que todo lo toman con calma, no soy como otros que se desesperan, se abren y tiran a matar, yo lo sé manejar. Tengo esa hambre de triunfo y verlo derrotado como sea. Pero si quiero salir de ahí ganando, tengo que mantener el enfoque. Por más ganas que tenga, deberé mantenerme inteligente, calmado para no desesperarnos.
Frampton ha demostrado inteligencia en el ring, ¿qué adecuaciones tuviste que hacer en tu trabajo para la pelea en esta ocasión?
Es un gran peleador, es muy inteligente y sabe mover muy bien los pies. Cuando tiras, él da un paso para atrás y contragolpea, se mueve para los lados muy bien. Pienso que la forma de atacarlo es al cuerpo, sacarle el aire, pegándole en el hígado. Pegándole abajo perderá las piernas y no podrá moverse así de rápido. Por eso desde el primer round tendré que trabajarlo. Haré lo que tenga que hacer para poco a poco irlo minando.
El inglés es considerado uno de los peleadores del momento... Ganándole, ¿en qué posición quedaría tu carrera?
Ahora que Frampton fue nominado Peleador del año y de los mejores libra por libra, hace que me den más ganas de derrotarlo. Ganándole me pondrían como uno de los mejores del mundo e incluso podría ser yo el Peleador del año. Sobre todo porque después podría ir por Lee Selby, Ábner Mares, Óscar Valdez o Gary Russell. No me importaría el orden, lo que quiero es pelear ante los mejores, pues quiero forjar mi nombre, una leyenda, ser todo un guerrero mexicano.