Un reality show hizo que su vida diera un vuelco de 180 grados. Hace tres años dejó todo en Xalapa, su ciudad natal, para venir a la Ciudad de México a probarse con las grandes empresas de la lucha libre; sin embargo, a pesar de debutar en el Consejo Mundial de Lucha Libre y en Triple A, la falta de dinero lo obligó a regresar a Veracruz.
"Me regresé a Xalapa cuando era Maximus. Había ahorrado una lana y se me acabó. En la empresa me dijeron que me daban chamba de seguridad pero eran 500 pesos a la semana. Con eso no me alcanzaba.
"Entonces regresé a mi ciudad a estudiar y a seguir entrenando, dije: 'algún día tengo que terminar mi carrera y tengo que ir otra vez a la Ciudad de México a cumplir lo que siempre he querido, que es luchar en los grandes terrenos", comparte en entrevista con La Afición.
Sin embargo, no esperaba que en la entidad jarocha, Octagón lo vería y seleccionaría para el programa televisivo 'En Busca del Dragón Dorado', donde el 'Amo de los Ocho Ángulos' apadrinaría a un luchador, permitiéndole usar la imagen del primer personaje que tuvo en el mundo de la lucha libre.
"Estaba en el gimnasio Hércules con el señor Universo (su maestro) y un día vi que llegó Octagón y su hijo. Pensé que había función ese día, pero se subieron al ring y nos explicaron lo del reality y que el ganador tendría todo el apoyo de Octagón.
"Le eché muchas ganas, tenía muchas aptitudes. En el hotel de concentración donde estábamos los 16 luchadores seleccionados pensé que iban a calificar todo, desde como luches, como te desenvuelvas, como hables, como te comportes. No tuve problema porque siempre he sido una persona muy tranquila y sencilla, eso le gustó al equipo de Octagón", reflexiona.
Fue en dentro del programa televisivo cuando Dragón Dorado se percata que en la lucha libre no hay amigos, sólo compañeros, pues al final de cuentas "todos quieren lo mismo que tú".
"Fue muy difícil estar con otros 15 luchadores, porque muchos te dicen amigo y por la espalda te tiran malas palabras. A muchos les caía mal porque sabían que yo iba a ganar.
"Cuando me dieron el nombre les dije que aunque sabía que les caía gordo, cuando tuviera fechas acá (en la Ciudad de México) les iba a hablar para que vinieran a trabajar", comparte el gladiador.
Tanto cambió su situación en apenas unos años, que hoy se atreve a decir que quiere ganar muchas máscaras y ya le puso el ojo a la de uno de los luchadores más importantes de la actualidad: Penta, el 0M.
"Me gustaría ganar muchas máscaras, creo que es muy importante quitársela a un luchador y que nunca más se la vuelva a poner.
"Siento que los luchadores independientes están muy olvidados y en realidad son los mejores, me gustaría enfrentar a Penta, el 0M. Ya he luchado con él, me conoce. Me gustaría demostrarle de lo que soy capaz con este nombre y también quitarle su máscara", desafía. "Llevando en el nombre el legado de Octagón, quitarle la máscara a alguien que tuvo el nombre de Pentagón, que representa el mal, sería muy importante".
Además de sus objetivos en el mundo de la lucha mexicana, el joven de 20 años, asegura que también busca concluir su bachillerato y llegar a una empresa extranjera, por lo que deberá redoblar esfuerzos.
"La meta es no conformarse. Quiero llegar a WWE; sé que es difícil, pero no es inalcanzable. También quiero estar mucho tiempo aquí, terminar la preparatoria, luchar, subir, bajar, llevarme con amigos, estar en las empresas que sean, pero eso sí, con Legado Dragón hasta la muerte", concluye.