—Última semana de campaña, ¿cómo la valora?
—Muy satisfactoria a pesar de las particularidades.
—¿A qué se refiere?
—Bartomeu ha tenido un concepto peculiar de campaña. La hizo como presidente y ahora no la quiere hacer como candidato.
—¿Le duele que Bartomeu sólo acuda a un debate?
—Es un síntoma que denota la falta de liderazgo, de firmeza y de valentía. Un presidente tiene que ser líder, honesto y valiente.
—¿Y Bartomeu no es nada de eso?
—Por lo menos es honesto porque se muestra como es.
—Es decir...
—Como alguien sin liderazgo, no engaña. Hay que estarle agradecido. No puede ser valiente quien no lo es.
—Los últimos sondeos dejan claro que cualquiera de las tres candidaturas rivales a la de Bartomeu no pueden ganar las elecciones por sí mismas.
—Yo estoy seguro de ganar.
—¿Descarta cualquier pacto?
—Absolutamente, tenemos la mejor propuesta, el mejor equipo y toda la experiencia que pueda tener el que más tenga.
—Aseguran que están por encima de los ‘ismos’, pero las tres claras que no eran ‘ismos’ (Seguiment, Majó y Farré) están fuera, ¿nos va la marcha?
—No ser conocido penaliza. Las firmas reconocieron la experiencia. Menos Benedito todos tenemos experiencia de gestión, pero Rosell-Bartomeu y Laporta están enfrentados desde hace años y lo sé porque lo viví desde dentro.
—¿Cómo?
—Cuando promoví el intento de acuerdo por la acción de responsabilidad, me encontré con que el señor Laporta y el señor Sala i Martín no quisieron saber nada del tema, supongo que ya le iba bien el conflicto. Mis compañeros de junta tampoco quisieron saber nada. Hay una fractura evidente.
—¿Pero usted votó que sí a la Acción de Responsabilidad?
—Entendí que teníamos que hacer la pedagogía de pedir responsabilidades a los directivos cuando cierren un ejercicio con pérdidas.
—Pero algunos se abstuvieron...
—Yo fui leal y voté lo acordado en junta. Nueve compañeros, presidente incluido, no fueron leales.
—¿Y entonces?
—Pasado el tiempo, con la mejora de estatutos y la mejora económica entendí que había que superar esta situación que causa perjuicio personal a gente que no se lo merece.
—¿Qué cara se le quedó cuando Rosell votó en blanco?
—Me sorprendió mucho, la verdad. Eufemísticamente hablando.
—¿Rosell se ha ido de verdad?
—Hay que preguntárselo a él. Si actúa así será por algo.
—Por tanto, si ¿gana las elecciones Rosell-Bartomeu o Laporta el Barça vuelve a la casilla de salida?
—Así es. No tengo ninguna duda. Sé lo que son capaces de hacer unos y otros cuando no están en el poder.
—¿Pero si gana usted, le darán desde todos los ‘ismos’?
—Tengo muy buena relación con los dos bandos. Discrepar no quiere decir que no tengamos relación. Desde la presidencia pienso proteger a Bartomeu en todo lo referente al Caso Neymar, que nadie lo dude. Lo mismo con Laporta, con quien tengo una buena relación.
—Pues su amigo le dijo que usted era un submarino de Bartomeu...
—Sí, pero no me reconozco como submarino me gusta más navegar a vela.
—¿Con dinero se puede tener el censo en diez minutos?
—No tengo ninguna constancia de eso. Nadie me lo ha ofrecido. Me extrañaría mucho. En otras épocas sabemos que Anton Parera ofrecía firmas con DNI a cambio de dinero, me lo ofreció a mí hace mucho tiempo.
—¿Estamos en un proceso electoral porque Jordi Cases puso una denuncia y usted no le hizo caso?
—No, estamos así porque el presidente más votado de la historia del club se fue sin que nadie entienda aún por qué y porque su sucesor no tiene carisma ni capacidad de liderazgo para ejercer la presidencia.
—¿Cómo debe ser la relación con el Real Madrid?
—Cordial desde el punto de vista institucional, pero con firmeza cada vez que desde Madrid nos quieran hacer daño.
—¿Se ha sido blando?
—Por descontado.
—¿Lo planteó en la Junta?
—No puede ser que se denuncie una Mano Negra y que luego el señor Pérez vaya en el autocar de los directivos del Barcelona. Si pasara algo seré muy claro con Florentino y le diré las cosas a la cara. No le haré el doble juego.
—¿Messi puede entrar en campaña?
—¿Por qué?
—Empieza a trascender que en la Junta se plantearon venderle. ¿Es cierto?
—Yo sólo puedo decir que yo nunca dudé de que es el mejor jugador de la historia y que debe estar con nosotros para siempre y ahí lo dejo.
—O sea, que alguien lo dijo...
—Yo digo lo que sé. Los otros que digan lo que piensan.
—¿Qué hacemos con Qatar?
—Aceptar que es incómodo. Hay quien dice que hay doble moral porque allí fueron Xavi o Pep, pero hay que aceptar la dificultad. Hay que superar este patrocinio y buscar una alternativa y mantener el ingreso.