Hace unos días os contábamos la historia de Joe Delaney, jugador de la NFL que en el año 1983 dio su vida por intentar salvar la de tres chicos que se ahogaban en un estanque. De aquel trágico accidente sólo quedó un superviviente. Esta es su historia.
Parece claro, viendo el perfil del personaje, que Dd tener que hacerlo otra vez, el desinterés que mostró hace 32 años movería otra vez a Delaney a salvar la vida de LeMarkits Holland.
Justo cuando su carrera en la NFL estaba por florecer con los Jefes de Kansas City, Joe no dudó en arriesgarlo todo, incluso su vida, para que las de otros no se apagaran. LeMarkits tardó más de 15 años y purgó una condena de cinco en prisión para comprender el sacrificio de Delaney al perder su vida para salvarlo de ahogarse junto a su hermano y el primo de ambos.
Aquél verano de 1983, Delaney, quien usaba el número 37 con los Jefes, se preparaba para consolidarse como la nueva estrella de la NFL tras ganar dos años antes el premio como Novato del Año en la AFC y su lugar como titular en el Tazón de los Profesionales.
Aunque en 1982, una huelga de jugadores y una cirugía en el ojo limitaron su participación, Delaney había pactado un contrato multianual con los Jefes y estaba listo para validar las expectativas que lo llevaron a ser comparado con Walter Payton.
Todo esto fue lo que Delaney hizo a un lado al saltar a aquella fosa y que LeMarkits no supo valorar.
Seis años después de que la mano de Delaney lo devolviera a la vida, LeMarkits comenzó una carrera como vendedor de cocaína. A los 26 años, en 1999, fue arrestado y sentenciado a cinco años en la cárcel y cinco más en libertad condicional. Amigos y la familia de Delaney comenzaron a cuestionarse si su sacrificio había valido la pena.
Tras las rejas, con tiempo de sobra para evaluar todos los aspectos de su vida, LeMarkits comprendió que debía honrar el esfuerzo de quien lo perdió todo para salvar su vida. “Cometí un grave error. No quiero que la gente me vea así (como delincuente). Es hora de que haga algo con mi vida”, dijo LeMarkits en entrevista al diario The Kansas City Star en 2008.
Actualmente, a los 42 años de edad y con cuatro hijos bajo su responsabilidad, el único hombre que pudo continuar su vida tras aquél trágico accidente en 1983, trabaja en un zoológico y ha logrado enderezar su vida.
Aunque tarde, pero LeMarkits ha comenzado a honrar la memoria de Joe Delaney, quien le dio una segunda oportunidad de vivir sin importar que él perdiera la única que tuvo.