Gennady Golvkin encontró en Daniel Jacobs al rival más duro de su carrera y a pesar de una victoria por decisión unánime, el estadunidense rompió el sábado por la noche una racha de 23 nocauts al hilo que mantenía el campeón kazajo desde el 2008.
GGG tuvo una noche complicada ante un peleador más alto y más fuerte, pero logró dominarlo primero con una caída en el round 4 que marcó una diferencia importante en las tarjetas que al final de noche lo dieron por ganador con puntajes de 115-112, 115-112 y 114-113.
"Es mi boxeador favorito. El que quería ver show vieron cómo recorrí por primera vez los doce rounds", dijo el peleador que mejoró su récord a 37 victorias y 33 nocauts.
Al campanazo inicial, Jacobs empezó con mejor ritmo, con un boxeo activo y a media distancia a la que GGG tuvo problemas en adaptarse, pero terminó encontrando el camino para imponer su golpeo mucho más potente al del estadounidense.
"Claro que esperaba una pelea así, yo quería una pelea de verdad y Jacobs me la dio", reconoció.
Para el último tercio de la pelea Jacobs pisó el acelerador en busca de cambiar su suerte, luego de probar con varias estrategias y hasta cambiando su guardia, pero al empezar a usar el jab, encontró la forma de neutralizarlo, pero no tuvo tiempo suficiente y tuvo que resignarse a sufrir el segundo descalabro profesional.
"Yo estoy listo para pelearle a cualquiera, incluyendo a Canelo. Habrá que preguntarle a Canelo si él quiere. Si no iré por Billy Joe Saunders, que es el único que tiene el cinturón que nos hace falta", dijo el peleador que retuvo las coronas del Consejo Mundial de Boxeo, Asociación Mundial de Boxeo y Federación Internacional de Boxeo.