Del amor eterno en el fútbol, ese que inicia en una ciudad y termina en la misma después de una infinidad de historias, nos pueden hablar -ampliamente- leyendas como Francesco Totti, Carles Puyol, Paolo Maldini y algunas más. Pero el romance también tiene otras formas de expresarse sobre el verde más allá de lo eterno. Si no, habría que preguntarle a Erling Haaland, Luis Suárez, Paulo Dybala, Lorenzo Insigne, Giorgio Chiellini y Robert Lewandowski, que recientemente se despidieron con mucho afecto del lugar donde dibujaron miles de sonrisas.
No es un retiro, como se puede pensar por la magnitud de la nostalgia, pero es un adiós. Y todo adiós duele. Claro, cada uno lo asimila a su modo.
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El adiós de Haaland
Con Erling Haaland, tarde o temprano iba a pasar. Su enorme talento y ambición no podía quedarse estancado en el Borussia Dortmund. Es por ello que el noruego llegó a un acuerdo con el Manchester City, no sin antes despedirse de quienes le acogieron en su fantástica emersión.
Los negriamarillos le abrieron las puertas al delantero noruego en diciembre del 2019 y, a partir de ahí, inició una auténtica historia de amor. Tuvieron que pasar dos temporadas y media, con 86 goles y 23 asistencias en 89 partidos, para que Haaland decidiera despedirse por todo lo alto.
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El último sábado en el partido contra el Hertha Berlín, mientras la afición lo ovacionaba en el estadio, los directivos del Borussia le entregaron unos recuerdos al crack de 21 años, junto a una enorme fotografía que llevaba su imagen y la frase “Gracias Erling”. Emocionado, Haaland agradeció el homenaje recibido. Posteriormente, celebró una fiesta de despedida con la indumentaria del equipo alemán. Porque, a fin de cuentas, siempre lo llevará presente.
Suárez, como un ídolo
Luis Suárez solo jugó dos temporadas en Atlético de Madrid, pero ese tiempo fue suficiente para que sea despedido como un ídolo en el Wanda Metropolitano. “Gracias Lucho por hacernos campeones”, se leyó en una de las banderolas del estadio. Y no es para menos.
El Atlético fue el club que le tendió la mano al delantero uruguayo después de que Barcelona no le hiciera una despedida a la altura de la que se hizo el último domingo en el duelo ante Sevilla. ‘Luchito’, entre lágrimas, agradeció el recibimiento del inicio y el reconocimiento del final.
Como ‘colchonero’, Suárez jugó 82 partidos, en los que anotó 34 goles y dio seis asistencias. Siempre dejó el alma en la cancha, como nos ha tenido acostumbrados. Pero llegó la hora de marcharse. Y aún no se sabe hacia dónde apunta su futuro. Pero con 35 años, probablemente esté despidiéndose del nivel más competitivo.
Chiellini y Dybala, entre besos y lágrimas
Juventus jugó este lunes su último partido en casa en medio de una gran nostalgia. Giorgio Chiellini con 37 años y Paulo Dybala con 28 se despidieron entre besos y lágrimas de Turín. Se marchan dos referentes de la ‘Vecchia Signora’. Inevitablemente.
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Chiellini tenía solo 21 años cuando llegó al club bianconero. Y, desde entonces, se mantuvo hasta en los momentos más duros con la ‘Juve’. Se quedó en el descenso del equipo a la Serie B, ocupó el vacío que dejó Fabio Cannavaro y jugó un total de 17 temporadas en Turín (560 partidos, 60 goles y 20 títulos), donde destacó varias veces como capitán.
Justamente, en el minuto 17 del partido contra Lazio, el defensor italiano se despidió con una sonrisa manifiesta en su rostro y repartiendo besos a las gradas, agradecido por todos los años que le acogieron ahí. Ahora, lo más seguro es que su próximo destino esté en la MLS.
Paulo Dybala, por su parte, no pudo ocultar sus lágrimas. El argentino rompió en llanto cuando le tocó despedirse de su afición. Ovacionado, vivió momentos buenos y malos durante los últimos siete años, pero siempre estuvo presente su amor por los colores que defendió.
“Pensé que estaríamos juntos aún más años, pero el destino nos pone en caminos diferentes”, había expresado Dybala en un comunicado de despedida tras no llegar a un acuerdo de renovación con la directiva bianconera. Ahora, la ‘Joya’ se marcha después de 115 goles firmados con su nombre, 48 asistencias y 12 títulos locales. Se le recordará por siempre.
Insigne, en llanto
No hay duda de que el nombre de Lorenzo Insigne está inscrito en las páginas gloriosas del Nápoli. Después de una década ininterrumpida brillando con la camiseta ‘Gli Azzurri’, el delantero de 30 años se ha marchado ovacionado del Estadio Diego Maradona, como lo merece.
El capitán napolitano no pudo evitar romper en llanto tras su último partido al lado de la afición. Sus sentimientos salieron a flote. Justamente, con su gol en la goleada 3-0 sobre Genoa, llegó a las 122 anotaciones en su cuenta y es el segundo máximo goleador de la historia del club, por detrás de Dries Mertens (148).
El ‘Gigante de Nápoles’, que ganó tres títulos (dos Copas de Italia y una Supercopa) con el equipo de sus amores, recibió un trofeo más grande que él mismo a modo de agradecimiento. Fue su última función. Y, ahora, su próximo destino será el Toronto FC de la MLS.
¿El adiós de Lewandowski?
Lejos del Allianz Arena, pero cerca de la afición que lo fue a ver en Wolfsburgo, Robert Lewandowski protagonizó un gesto de despedida con la grada bávara el último sábado. El delantero polaco, aparentemente afligido, agradeció a los hinchas presentes con la mano en el pecho y estuvo casi al borde de las lágrimas.
Todo hace indicar que ese fue el último partido de Lewandowski con la camiseta del Bayern. Los 344 goles y las 72 asistencias que registró en 374 partidos con los ‘bávaros’ quedarían en el recuerdo, al igual que los 19 trofeos que levantó ahí, ya que se marcharía a un nuevo club. La opción más fuerte es el Barcelona de Xavi Hernández.
Lo cierto es que la directiva del equipo alemán no quiere dejar ir a su jugador estrella. “Tiene contrato hasta 2023 y ese es el tiempo que jugará con nosotros”, aseguró Herbert Hainer, presidente del club, pero el polaco ya tiene pie y miedo afuera.