En la curiosa danza de los números, varios siguen de manera constante a Claudio Pizarro. Con el sonido activado, se pueden distinguir en la pista de baile los claros 14 (el dorsal de su camiseta), 20 (por los años que brilló en la Bundesliga) y 197 (por sus goles en la poderosa liga alemana). Pero quizá el más importante de todos sea el 1996. Como si fuera una marca personal, la cifra se pega a Claudio para recordarle que fue el año en el que debutó. La fecha en que todo empezó. A días de que el exgoleador haya anunciado su partido de despedida, es necesario retroceder 26 años para revivir aquellas indicaciones de Roberto Chale, el mundialista que le dio vida al peruano más exitoso en el extranjero.
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