03/05/2024

“A Reynoso no le ha quedado otra opción que rascar la olla” | OPINIÓN [VIDEO]

Hace un año

Opinión de Pedro Ortiz Bisso sobre la última convocatoria de Juan Reynoso para el microciclo de la selección peruana con miras a los amistosos ante Alemania y Marruecos.

Los viejos futbolistas a veces hablan por la herida del resentimiento. Sin embargo, entre el amasijo de quejas que suelen desparramar cuando se les pone un micrófono enfrente, también sueltan algunas verdades: “Antes era más difícil llegar a la selección”, señalan con entera justicia. Treinta, cuarenta años atrás, no existían microciclos o ‘selectivos’ (como manda la nueva denominación reynosista). Las convocatorias casi no admitían lamentos. El técnico de turno llamaba a los mejores. Estaban los que debían estar. Sin discusión.

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Lo que no recuerdan estos venerables sexagenarios de rodillas quebradizas y barrigas cerveceras es que antes la selección la recitábamos de memoria. En tiempos donde solo el talento marcaba diferencias, la abundancia abrumaba y la verdadera preocupación del entrenador era elegir a quién sacaba. No faltó, como en toda gran historia, aquel que se sintió demasiado importante y quiso prescindir de estas estrellas. Le pasó a la Blanquirroja del 79, que no pudo revalidar su título de campeón de América porque su técnico, José Chiarella, dejó afuera nada menos que a Cubillas, Sotil, Oblitas, Percy Rojas, Muñante y Barbadillo. Qué lujo. Imagínense.

—La selección hoy—

El panorama es distinto para Juan Reynoso. Heredó una selección repleta de treintañeros sin recambio en varios puestos, con jugadores estancados en su rendimiento (Flores, Trauco), víctimas de cierto aburguesamiento (Carrillo) o abrumados por su irresponsabilidad (Cueva). Además, el ‘Cabezón’ no es Gareca, tiene su propio librito y en determinados puestos busca hombres de gran presencia física como Roberto Villamarín, un lateral cuyo rendimiento podríamos catalogarlo con cierta benevolencia como ‘normalito’, o Carlos Ascues, ejemplo vivo de cómo puede dilapidarse una carrera por andar con la cabeza en otro lado.

¿Y cuál es el mérito de Brandon Palacios, Erick Gonzales o Leonardo Villar? ¿Y si están ellos por qué no se consideró a Jhilmar Lora, Piero Quispe o incluso Jostin Alarcón, una de las gratas revelaciones del Cristal de Tiago Nunes?

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