En 1990, Gary Lineker soltó esa famosa frase que se convirtió en un mantra mundial: “el futbol es un deporte que inventaron los ingleses, juegan 11 contra 11 y siempre gana Alemania”. Y no era para menos, porque en aquellos años la selección de Alemania se ganaba el respeto por los grandes equipos que conformaba.
Sin embargo, en los últimos tiempos, Alemania ha perdido un sello de identidad, se le ve en el campo y no se le reconoce, sobre todo en los Mundiales de futbol, competencias en las que se levantó como una selección de tradición y a la que siempre se le veía con respeto; incluso, hasta antes de 2018 nunca había quedado fuera en fase de grupos y siempre fue un candidato natural.
- Te recomendamos México vs Alemania: ¿Cuándo y dónde VER EN VIVO partido amistoso de Selección Mexicana? Selección Mexicana
Pero ahora mira con nostalgia su último éxito, el del Mundial de Brasil 2014, cuando se convirtió en el primer equipo europeo en conquistar la Copa del Mundo en el continente americano; en aquella ocasión Alemania destrozó a Brasil (7-1) en la semifinal y luego, en tiempo extra, dejó en la lona a la Argentina de Messi en la Final. Parecía el inicio de un equipo de época.
La tristeza de Rusia y Qatar
Los germanos vivían en un sitio de honor; se auguraba que siguieran en esa estela, en la Eurocopa de 2016 se quedaron en la frontera de las semifinales, después de caer con Francia, a partir de ahí el equipo vino a pique de manera inesperada.
Llegaron al Mundial de Rusia con la consigna de defender con honores su título mundial, pero vino el desplome total, el equipo de Joachim Löw fue un terrón de azúcar que desmoronó en la fase de grupos. Sí, la gran Alemania, que siempre manifiesta un gen competitivo, perdió con México 1-0 en el debut, pareció recuperarse cuando superó a Suecia por 2-1, pero en el cierre de la fase de grupos cayó 2-0 ante Corea del Sur. El campeón abdicó y eso fue considerado algo indigno para su peso histórico.
El tropiezo en Rusia no movió a Löw, había ganado crédito con la conquista de Maracaná, pero en la Eurocopa de 2020 tampoco logró cambiar la inercia, se fue eliminado en octavos de final por Inglaterra. Este equipo estaba en crisis y aunque ya había algunas dudas sobre Löw, nadie se atrevió a echarlo, así que fue el propio entrenador quien decidió poner fin a su etapa en 2021; la mirada se centró en Qatar 2022, que se convirtió en la gran meta de un nuevo proyecto deportivo
Alemania buscó recuperar el rumbo con Hans Dieter Flick, el técnico multicampeón del Bayern Múnich, que tenía la encomienda de recuperar el rumbo extraviado, pero en Qatar volvió a colapsar: derrota con Japón, empate con España y victoria sobre Costa Rica, cuatro puntos que no le alcanzaron para superar la fase de grupos. El gran derrumbe alemán no tenía punto de solución.
Tres técnicos en tres años
La fe sobre Hans Flick fue flaqueando, porque no lograba imprimir el sello que se esperaba. Y en la Fecha FIFA de septiembre una goleada sufrida ante Japón por 4-1 llevó al cese de Flick, algo histórico. En Alemania, en 95 años llevaban apenas 10 entrenadores. De golpe y porrazo en menos de dos años ya llevan tres técnicos diferentes en el banquillo.
Julian Nagelsmann, un entrenador joven que apenas en marzo fue destituido del Bayern Múnich, ahora vive sus primeros juegos como seleccionador del conjunto alemán, su gestión inicio con el pie derecho, venció a Estados Unidos por 3-1, ahora se mide a México en un duelo que tiene tintes de revancha por lo ocurrido ante el Tricolor.
Si ante México empezó el declive alemán hace cinco años, los germanos tienen el pensamiento de que ante el mismo Tricolor empiece la regeneración. Alemania y México coinciden en algo, las dos selecciones están en un proceso de construcción, Jaime Lozano tiene la mira puesta en la Copa América, Julian Nagelsmann en la Eurocopa, lo de este martes en Filadelfia es un amistoso que puede dejar grandes enseñanzas a ambas selecciones, o también preocupaciones.
FCM