Fossati sabe que llegará en uno de los momentos más complicados de la selección, una situación que no se vivía (por cambiar un técnico en pleno proceso eliminatorio) desde el camino hacia Alemania 2006, cuando a poco del final Paulo Autuori renunció para darle paso a Freddy Ternero, quien dirigió lo que restó de fixture. Si bien en este caso Reynoso solo estuvo en las primeras tres fechas dobles, nos dejó últimos.
Es ahí donde aparece la figura de Fossati para ‘apagar un incendio’ en la Videna y más aún luego de la campaña con Universitario y la estrella 27 de este año. La experiencia del ‘charrúa’ y los elogios de Juan Carlos Oblitas fueron más que suficientes para que sea el próximo objetivo de la FPF, en aras de salvar la eliminatoria y buscar la clasificación.
¿Para qué llega Fossati?
El principal motivo por el que Fossati llegará a la selección es para sacarla de este momento crítico: últimos en las Eliminatorias, con solo un gol, sin ninguna victoria y un mar de dudas por el juego y el nivel de muchos convocados. El uruguayo aspira a pelear un cupo de los siete que hay, ya sea directo o por la vida del repechaje. Su experiencia dirigiendo procesos similares le dan crédito, además de su manejo de grupo y la forma en la que llega a los jugadores (convencimiento).
Más allá de establecer un proyecto integral en el que se incluya a las divisiones menores, como en su momento lo hicieron con anteriores técnicos, su llegada obedece a buscarle solución al problema actual que afronta la bicolor: conseguir la clasificación a la Copa del Mundo. Después, no hay más. El mismo Juan Carlos Oblitas confirmó esa premisa. “Creo que es el técnico idóneo para el momento crítico que vivimos”, sostuvo el ‘Ciego’.
Y es válido traer a Fossati para lograr ese objetivo, sobre todo para una gestión como la de Agustín Lozano que busca la inmediatez, los resultados al corto plazo a fin de inflar el pecho y maquillar su cuestionada imagen. Bajo ese panorama, la prioridad de Fossati es levantar al equipo. Lo otro (plan a futuro) pasaría a segundo plano. A él ya le tocó vivir una experiencia similar en 2004, cuando luego de cinco fechas cesaron al técnico de Uruguay, Juan Ramón Carrasco, y pasó a ser nuevo DT de su país.
Si bien para Alemania 2006 no logró la clasificación, Fossati tomó a la ‘Celeste’ también en mal momento y los levantó hasta ponerlos en zona de repechaje. Un camino que espera replicar con Perú, pero con mayor éxito. “Loco no soy, estoy convencido de que se puede (clasificar). Esté yo o quien sea. Falta mucho. Estoy convencido que asumimos algo que se puede. De aquí a dos años veo a Perú en el Mundial”, dijo.
A falta de oficialización, Fossati asumirá el cargo de la ‘sele’ y ya estará contra el tiempo para llegar de la mejor forma para la fecha de septiembre próximo; le quedarían los amistosos de marzo y la Copa América, pero la confianza que le tienen al ‘Flaco’ le da crédito para trabajar de la mejor forma.
De asumir y no lograr la meta (clasificar), la eventual continuidad de Fossati pasaría por dos puntos: cómo y en qué puesto terminó Perú las Eliminatorias y las ganas y fuerzas que tenga el charrúa para continuar un nuevo proceso con la selección. Para el 2026, el ‘Flaco’ tendría 74 años y debería estar cuatro años más en el cargo.
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