Hansi Flick, a pesar de su poca experiencia como entrenador, ya tiene un palmarés envidiable. Y es que en dos temporadas con el Bayern de Múnich consiguió hasta 7 títulos, dirigiendo el segundo equipo de la historia en ganar el sexteto en su primer curso. El objetivo del técnico alemán es contagiar esta personalidad ganadora al Barça tan pronto como pueda. Y la fórmula que utilizó en Múnich podría ser utilizada perfectamente en su nuevo club.
El temible equipo bávaro que conquistó Europa tenía dos rasgos característicos propios que destrozaron a todos los equipos que se les ponían por delante. El primero de ellos, la base. El equipo titular de aquel Bayern contaba con hasta 6 jugadores alemanes formados en el club y de otros que explotaron en la liga del país. El segundo, la verticalidad de las bandas. Dos extremos muy ofensivos e incisivos que obligaban a los rivales a vigilar mucho más en defensa, cosa que desequilibraba los planes y la armonía del equipo.
Un equipo que empieza por el plantel
La filosofía de dar oportunidades a jugadores de la casa es también lo que define al Barça. En aquel Bayern, Flick contaba con Neuer, Kimmich, Boateng, Goretzka, Gnabry y Muller, todos alemanes y esenciales para el éxito de aquel equipo. Otros como Alaba, Davies o el mismo Lewandowski no eran alemanes, pero habían jugado toda su carrera en el fútbol del país. La gran química de la plantilla venía definida por este factor, y es un movimiento que el Barça podría imitar con mucha facilidad.
El debut de jugadores del plantel ha sido el principal activo que ha dejado a Xavi en Barcelona. Con talentos como Pau Cubarsí, Lamine Yamal, Pedri, Gavi, Fermín, Balde y la posibilidad de incorporar al primer equipo a Hèctor Fort y Marc Casadó, la situación es muy parecida a la que se vivió en aquel superequipo alemán. Además, los posibles fichajes de Nico Williams y Mikel Merino, que también gustan al entrenador, añadirían más experiencia y mantendrían el pensamiento local.
Las bandas tienen que dinamitar el ataque blaugrana
Justamente la llegada de Williams también aportaría todo lo necesario para adoptar el segundo rasgo característico del Bayern de Flick. La profundidad en las bandas comandadas por Gnabry y Coman fue uno de los puntos clave de la conquista de los seis títulos. 22 goles y 30 asistencias entre los dos extremos fueron solo la punta del iceberg que significaba su presencia. Su peligro constante, sumado al dominio físico de un lateral como Davies hacía temblar las defensas rivales. La concentración constante que tenían que mantener en defensa para evitar las incisiones de los extremos les sacaba fuerzas y tiempo para atacar o mantener la pelota.
El fichaje del delantero vasco situaría al Barça con dos de los jugadores más verticales y talentosos del momento. Su amistad y buena química con Lamine Yamal ya ha quedado demostrada en esta Eurocopa. Los dos fueron los creadores del primer gol de España en la final. Los paralelismos con el ex equipo de Flick son tantos que incluso comparten delantero. Aunque Lewandowski ha bajado su rendimiento desde aquella magnífica temporada en la que registró 55 goles, sus registros podrían volver a aumentar considerablemente con estos dos extremos regalándole ocasiones.