Una vez más, Rodrigo Mora volvió a ser vital para River. Desde aquella noche mendocina donde logró sacarse la espina de no convertir por un año, el delantero uruguayo cambió su imagen y consiguió recomponer el nivel futbolístico que ha sabido mostrar. Ahora, es una opción permanente para el entrenador y ya lleva tres goles en sus últimos ocho juegos -solo en los últimos dos fue titular-.
Anoche fue capitán y con su gol de penal, el Millonario consiguió el 1-1 ante Emelec que le dio la clasificación a los octavos de final de la Copa Libertadores en un partido chato. Con su desfachatez, Mora se convirtió en la figura de un equipo que también contó con Iván Rossi y Carlos Auzqui en el podio.
Augusto Batalla (5): correcta actuación del arquero. Seguro con los pies e importante para salir jugando, también fue sólido en el juego aéreo. Sin responsabilidad directa en el gol, tal vez su reacción no fue la mejor en una de las pocas acciones con peligro del rival.
Camilo Mayada (6): buen partido como lateral derecho. Sin demasiada exigencia en defensa, no pasó sobresaltos. En ataque, mostró una buena faceta, proyectándose constantemente y construyendo un buen tándem con Mora. De haber estado más fino, podría haber sido más desequilibrante.
Lucas Martínez Quarta (6): el error en el gol del rival, queriendo tapar un tiro de forma deficiente, no opaca otro buen rendimiento del juvenil. Con su personalidad de siempre, se destacó por la firmeza para marcar y su lucidez para jugar la pelota en la salida. Mucha técnica con los pies.
Luciano Lollo (5): irregular encuentro del defensor. Más allá de que se lo vio seguro con la pelota y respondió en lo físico, le costó la marca y la lucha con los delanteros ecuatorianos. Por momentos pagó su deficiente ubicación en la última línea. Sumó 90 minutos tras dos meses.
Luis Olivera (5): aportó en el ida y vuelta, más que nada en ataque ayudando a Auzqui. Pero no se lo vio seguro a la hora de defender, dejando desprotegido su sector, donde Emelec generó peligro. Salió en el entretiempo por una lesión muscular.
Joaquín Arzura (6): interesante partido, siendo un jugador clave para la circulación de la pelota. Estuvo mucho más preciso y comprometido con el juego que en ocasiones anteriores, y mostró un mejor sentido de la ubicación. Demasiada vehemencia lo llevaron a cometer muchas faltas, especialmente cuando ya tenía tarjeta amarilla: pudo haber sido expulsado.
Nicolás Domingo (5): el punto más bajo de los tres volantes centrales. Esfuerzo y entrega para contener al rival, pero el equipo padeció los errores en la distribución y los problemas para ubicarse que tuvo en distintos momentos del juego.
Iván Rossi (7): aprobó con creces el examen y jugó un gran partido, partiendo desde la izquierda pero ocupando gran parte del mediocampo. Cumplió el rol de Ponzio y tuvo mucho carácter, siendo vital para la recuperación -su intensidad lo llevó a cometer faltas evitables-. Además, eligió bien cómo jugar la pelota cuando pasó por sus pies.
Rodrigo Mora (7): vertiginosidad y explosión para ser el mejor de la cancha. Complicó los 90 minutos a la defensa ecuatoriana siendo ingenioso para generar peligro desde la derecha. No solo marcó el 1-1 de penal sino que también fue el jugador más punzante del ataque.
Marcelo Larrondo (5): correcto encuentro del delantero, en su regreso a la titularidad tras casi seis meses. Estuvo activo en el juego con su rol de pivote, siendo una opción continua para recibir la pelota. Aún se nota la falta de ritmo, y eso pesa en su rendimiento. En la única situación que tuvo, convirtió un golazo, pero estaba en fuera de juego.
Carlos Auzqui (7): entendió desde el primer minuto cuál debía ser su rol y cómo debía jugar, con un constante ida y vuelta. Le sumó mucho al equipo con su despliegue y fue una carta constante de ataque con sus desbordes. De sus pies salieron las dos jugadas más importantes: le robó la pelota a Moreno y le hicieron el penal del 1-1 y estrelló un tiro en el travesaño en el final.
Ingresaron
Arturo Mina (6): buen ingreso del defensor ecuatoriano. Jugó el segundo tiempo en reemplazo de Olivera y fue el último hombre de una línea de tres. Se acomodó al instante y ganó la lucha tanto de arriba como de abajo con los ecuatorianos. Por su efectiva tarea, fue muy aplaudido.
Sebastián Driussi (5): ingresó faltando poco menos de 25 minutos para el final en lugar de Larrondo y no entró mucho en contacto con la pelota. Retrocedió para recibir e intentó desbordar cuando pudo.
Lucas Alario (5): al igual que Driussi, ingresó por Domingo faltando menos de 25 minutos y buscó ser la referencia central del área, pero le costó. Mucha lucha y sacrificio.