Boca festejó un bicampeonato récord como se lo merecía: con desahogo, celebración, descanso y también con regocijo por haber sellado un título que se construyó con solidez en el primer tramo pero que se terminó de concretar con muchas dudas. Pero ya está. Los días pasaron, los titulares no jugaron ante Huracán para ser preservados para la última final del semestre: el miércoles en la Bombonera, el equipo de Guillermo Barros Schelotto se jugará frente a Alianza Lima (y a la espera de un resultado positivo de Palmeiras con Junior) un partido que puede definir buena parte del 2018.
Boca ganó el título desde el primer día y lo celebró hasta la madrugada en casa
De la sonrisa a la seriedad en una semana. Así está planteado el escenario en un contexto que es poco favorable para el equipo del Mellizo:no alcanza con ganarle a los peruanos. Y si bien todos en Brandsen 805 cree que Palmeiras no resignará su partido (ayer perdió el clásico contra Corinthians con la mayoría de los titulares), el club paulista ya tiene asegurado su lugar en octavos de final. “Me hubiese gustado depender solo de Boca en la Copa y confío en que tenemos plantel para no estar en esta situación, pero tenemos que ganar nuestro partido y esperar un resultado más”, avisó Daniel Angelici, quien de todos modos insistió en que “la evaluación sobre el trabajo del plantel y del cuerpo técnico se hará en diciembre y no después del miércoles”.
En la cabeza del entrenador, sin embargo, existen otras certezas. Quedarse afuera de la Libertadores sería un fracaso para los objetivos que se planteó. Es que Guillermo reconoció que las prioridades eran el bicampeonato y pasar de fase en la Copa. La Superfinal ante River representaba más un clásico ganado que lo que valía el título en disputa. “Una buena Libertadores en Boca es llegar a la final”, admitió al inicio del año con Clarín. Una eliminación temprana haría repensar casi todo. Desde su futuro, pese a los deseos del presidente, como también los pasos a seguir con el plantel que festejó por duplicado en el ámbito nacional. “No es fácil el campeonato argentino y obtener un bicampeonato habla de la personalidad del cuerpo técnico y los jugadores. Confiamos plenamente en ellos para lo que se viene”, reflexionó ante Clarín el vice Horacio Paolini, de los directivos más cercanos a Guillermo.
El calendario complica al rival que pelea con Boca la clasificación
Para el técnico, el encuentro será complejo pero buscará poner en la cancha un once que resuelva cuanto antes el juego. Tevez, pese a su bajo nivel, será titular. Y en la defensa se sumará Frank Fabra al lateral izquierdo por sus excursiones ofensivas. ¿Y Gago? “Será evaluado y vamos a ver su observación para saber si podemos contar con él para este partido o si es mejor esperarlo para después de la pretemporada”, confió el entrenador, quien sabe que su mueca de felicidad por las dos vueltas olímpicas a nivel local puede desdibujarse si encuentra otra puñalada en el campo internacional. Y el plantel es consciente de eso.“Mi cabeza está en terminar de la mejor manera, en poder ganar por la Copa y pasar a octavos de final para tomarme vacaciones y hacer una buena pretemporada para estar bien. Mi nivel no fue el mejor en el último tiempo y soy el primero en asumirlo; quiero ayudar al equipo para lograr los objetivos”, blanqueó Carlos Tevez, quien por las dudas ya repitió que se quedará en el club pese a los rumores que lo vinculaban con la MLS. “Voy a quedarme a cumplir mi contrato con Boca”, aseguró en las últimas horas.
La CD de Boca está expectante con el miércoles. “Tenemos la asignatura pendiente de ganar la Copa Libertadores y si no pasamos en la copa será un golpe muy grande para todos”, admitió Royco Ferrari, vice del club.Se sabe:más allá de ser un inobjetable campeón, el club apuntó desde siempre a volver a los primeros planos internacionales y necesita, por lo menos, ser protagonista de esta Libertadores. ¿Y si no se puede? La Copa Sudamericana, en el inicio, sería un premio consuelo por el que también debería competir. Al cabo, Marcelo Gallardo y Ariel Holan se recibieron de ídolos a partir de conquistar ese título. En Boca no quieren saber nada con eso y esperan que el 4 de junio, en Asunción,sean parte del sorteo de la Libertadores. Incluso caer en la Sudamericana significaría cambiar de planes de una pretemporada ya fijada en los Estados Unidos, ya que la competencia iniciaría antes.
Las cargadas de los hinchas de Boca a los de River por el Monumental casi vacío
Pero el acceso a instancias decisivas de la Libertadores no solo marcará la agenda deportiva. También puede modificar la planificación económica. Es que si Boca no pasa a octavos de final, las ventas de Cristian Pavón y la de otros jugadores del equipo pueden acelerarse. Hoy no hay pedidos oficiales, pero saben que su presencia en la lista mundialista de la Selección les pondrá los ojos del planeta sobre sus espaldas. Lo mismo pasará con Wilmar Barrios. En tanto, en junio hay contratos (Cardona, Sara, Espinoza, Benítez y Vergini, entre otros) que pueden cortarse si es que la hoja de ruta de Boca cambia Algo similar pasará con los potenciales refuerzos: no será lo mismo la inversión si es que se va detrás de una Copa que sin ella como objetivo. El festejo pasó: es hora de ponerse serios.