El fútbol es un mercado globalizado en el que la hora de trabajo cotiza en dólares. La depreciación de la moneda argentina en los últimos días provocó un cimbronazo en las tesorerías de los clubes. Pero, a diferencia de la devaluación de agosto del año pasado, muchos de los contratos con los futbolistas ya incorporan un concepto clave: el dólar-tope. Es un mecanismo de defensa: por más que el billete verde se dispare, en el convenio con el futbolista tendrá siempre un valor máximo. Los convenios firmados en este último mercado de pases tienen un tope que varía entre los $50 y los $58. La cotización oficial de ayer ($59 por dólar) está por encima de esa banda, por lo que la cláusula ya empezó a funcionar.
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"El problema, en realidad, sigue siendo el de los contratos en dólares", resalta un dirigente de la Superliga. Su club necesitaba un 9 y fue al mercado local. "Elegimos a dos alternativas y nos pidieron de sueldo entre 400 y 550 mil dólares. Billetes. Contado". Ambos hicieron goles aquí y en el extranjero y superan los 30 años. Conclusión: el club improvisó una solución con lo que tenía y no compró a ninguno de los dos. La devaluación del peso terminó dándole la razón al directivo: si los hubiera firmado, cualquiera de esos dos contratos ya serían un 25% más caros que hace una semana.
El precio del dólar, desvelo de los clubes. La nueva estrategia minimiza el impacto. (Foto: archivo de La Nación)
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En mayo, la Superliga hizo un estudio sobre los contratos de los futbolistas profesionales de sus 26 clubes (hoy son 24). La mitad de esos clubes tenían todos los convenios pesificados. No pagaban un solo dólar billete. En total, el universo estudiado fue de 1034 futbolistas con convenios vigentes y 1866 contratos (uno para el sueldo y otro para la prima o trayectoria). El 85% de esos contratos estaba en moneda argentina. Un 10% correspondía a prima y sueldo en dólares para el mismo jugador. Y un 5%, solo la prima en billete norteamericano. De ese 15% de contratos dolarizados, más de la mitad (el 68%) ya tenía tope en pesos. "Vamos a tener cerrado el estudio nuevo cuando termine este libro de pases, pero no creemos que haya más operaciones con este nuevo tipo de cambio en el mercado internacional", explica Mariano Elizondo, presidente de la Superliga.
En la máxima categoría creen que el número de contratos 100% dolarizados y sin tope es aún menor que hace un año, por efecto de la devaluación de 2018. Y porque, además, las finanzas de los clubes, en general, empeoraron al compás de la recesión económica. Será muy complicado repetir un escenario como el del año pasado, cuando 19 instituciones de la Superliga ganaron dinero. "Muchos clubes que tenían contratos firmados en dólares billete ahora le pusieron tope. Tomaron precauciones", aseguran en las oficinas de Puerto Madero donde funciona la Superliga.
¿Cómo se explica, entonces, que Boca haya contratado a un campeón del mundo como el italiano Daniele De Rossi? "Vino con un contrato muy inferior al que cobraba en Roma. Y con un dólar topeado. Tiene un aumento del 10% hasta diciembre y, luego, un porcentaje idéntico al que se incremente la cuota social en enero de 2020", detallan desde la Bombonera. De Rossi, entonces, cobra en pesos. "Boca no tiene ningún convenio en moneda extranjera. Cobramos en pesos, pagamos en la misma moneda. El impacto de la devaluación se sentirá porque ahora pagaremos el valor máximo de la cotización del dólar", agrega la fuente xeneize. En números: el plantel de Boca, que antes de la devaluación costaba unos $1100 al año, ahora demandará $100 millones más. De todas maneras, la desvalorización de la moneda local se compensa con las ventas de futbolistas en dólares o euros. Y Boca transfirió a Nahitan Nandez (que además tenía un contrato 100% en dólares billete) y Darío Benedetto en 32 millones de euros en el último mercado. Además, cedió a préstamo a Cristian Pavón a cambio de US$ 2 millones.
Según un estudio de la Superliga, el 85 por ciento de los contratos de los jugadores están completamente pesificados. (Foto: AFP)
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¿Y River? Consultada una alta fuente del club por el problema, solo atinó a responder que el club tiene "los mismos problemas que cualquier ciudadano, PyME o empresa. Los precios de todo lo que tenga algún componente importado subirá como el dólar". A diferencia de Boca, River apenas vendió a Alexander Barboza (a Independiente). En este sentido, el reciente convenio con la aerolínea Turkish, que se transformó en sponsor de su camiseta, es un alivio para su tesorería.
Independiente y San Lorenzo, por su parte, aseguran que bajaron la cantidad de contratos 100% en dólares. Al Ciclón le quedan dos, mientras que renegoció en pesos con Fernando Belluschi y Gonzalo Rodríguez. Los paraguayos Ángel y Oscar Romero, dos de los principales refuerzos, llegaron con un dólar topeado en $54. Y su compañero Adam Bareiro cobra en pesos. En Avellaneda, por su parte, dejaron ir a varios que tenían convenios teñidos de verde, como Fernando Gaibor y Francisco Silva. Hay dos jugadores del actual plantel que cobran con dólar-tope, con un valor máximo de $50. En el horizonte se vislumbra un torneo 100% pesificado y con cada vez menos billetes norteamericanos. Y las contrataciones rutilantes serán exclusivas de los clubes más grandes.
Cómo conseguir más dinero, el desafío de siempre
Tanto la Superliga como Fox y Turner, los dueños de los derechos de TV de la máxima categoría, reconocen que las reuniones entre ambas partes "son periódicas" y que lo que buscan es "mejorar el negocio para todos". Sin embargo, la nueva devaluación del peso argentino, que se suma a la sufrida por la moneda nacional hace casi un año, hace que el ingreso por las transmisiones haya quedado rezagado. Hay clubes que entienden que debería haber una renegociación del convenio, que tiene vigencia hasta 2022 y puede extenderse por cinco años más. "Estamos cobrando 66 millones de dólares al año. El Fútbol Para Todos nos daba 150", protestó un dirigente, fuera de micrófono.
Lo cierto es que la palabra "renegociación" no se pronunció. El convenio vigente establece actualizaciones semestrales de acuerdo con la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) y un plus para la Superliga por cada suscriptor nuevo una vez que se alcancen los dos millones de abonados. "La devaluación afecta a los clubes, pero también a nosotros, porque nuestros ingresos por suscripciones y publicidad están en moneda local. Y nosotros también tenemos algunos costos en dólares", explicaron desde una de las empresas dueñas de los derechos. Desde la misma compañía dieron a entender que la posibilidad de renegociar hacia arriba el valor de los derechos "es prácticamente nula".
Por el aumento del precio del dólar, los dirigentes empiezan a buscar alternativas para aumentar sus ingresos. Y miran el contrato con la TV. (Foto: LA NACION - Crédito: Silvana Colombo)
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¿Entonces? La posibilidad es sumar más ingresos por nuevos productos. "Desde hace meses que se trabaja en esa ruta", confirmaron desde la Superliga. En mayo pasado, los clubes recibieron una presentación en la que se proyectaba toda la facturación para la temporada 2018-2019. La TV implicó $3629 millones. Para la campaña 2019-2020 ese número deberá aumentar: según el contrato, el monto mínimo, sin ningún tipo de indexación, es de $3200 millones. El índice de actualización del convenio de las empresas con Superliga toma tanto el IPC como el aumento de precios en el abono del cable. La estimación de la industria es que los clubes se repartirán entre $4000 y $5000 millones por las transmisiones de sus partidos. Siempre y cuando el dólar no se desbande y el alza de su cotización no se traslade inmediatamente a los precios.
Más allá de la TV, a los clubes les quedan dos ingresos importantes: las cuotas sociales y el marketing (los sponsors). Los dirigentes saben que una economía en recesión conspira a favor del atraso en el pago de las cuotas. Y de la escasez de auspiciantes, como ocurre en varias camisetas de la Superliga, que no tienen ninguna marca. Una vez más, deberán apelar al ingenio para facturar.
Desde el Frente de Todos descartaron el regreso del FPT
"No está entre las prioridades inmediatas de un nuevo gobierno encabezado por Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner". Con esas palabras, fuentes del espacio que se impuso en las PASO del domingo pasado explicaron que el regreso del Fútbol Para Todos deberá esperar. Si bien es cierto que consideran al programa que estatizó las transmisiones de los partidos como "un éxito" de la administración kirchnerista, la situación actual del país "amerita que los primeros esfuerzos estén destinados a paliar la condición de los que menos tienen", aseguraron allegados a Alberto Fernández.