El presidente de la Federación Peruana de Fútbol, Agustín Lozano, aseguró este martes que Lima está preparada para acoger el 23 de noviembre la final de la Copa Libertadores entre River Plate y Boca Juniors, cuya sede original, Santiago, fue modificada por la crisis que sufre Chile.
"Nos oficializó la noticia el presidente de Conmebol, Alejandro Domínguez. Es una linda oportunidad. Lima es un sitio hermoso como final de Libertadores y Perú la va a recibir con las brazos abiertos", declaró Lozano a medios peruanos, instantes después de que la Conmebol confirmara en un comunicado el cambio de sede, sin aclarar aún el estadio que acogería el partido.
"Creo que vamos a llegar bien. Perú lo tiene todo: gran capacidad hotelera, experiencia en mundiales, Copa América (2004) y finales, un estadio Monumental que reúne todas las condiciones como para albergar un gran número de espectadores y ofrecer un gran espectáculo", enumeró Lozano. "Hemos comenzado a convocar un equipo mayor para que la organización sea de primera y la gente pueda tener una gran estadía en la capital de Lima".
Aunque el dirigente peruano mencionó el Monumental, donde juega la U de Lima y caben 80.000 espectadores, matizó que no está decidida aún la cancha de la final, que también podría disputarse en el estadio Nacional, con 48.000 asientos y habitual feudo de la selección peruana.
"Lo que vamos a determinar es el tema del escenario deportivo, pero si como primer alternativa está el estadio Monumental y como una segunda opción el estadio Nacional, es por tema de capacidades. Sin embargo vamos a tener una reunión mañana (miércoles) con los responsables de las administraciones de los estadios", avanzó Lozano.
Una fuente de la Conmebol ratificó a la AFP que el lugar del partido "debe definirse todavía".
El máximo organismo del fútbol sudamericano tomó la decisión de trasladar la final de Santiago a la capital peruana como consecuencia de la inusitada crisis social que tiene en jaque desde hace dos semanas al gobierno chileno que preside Sebastián Piñera, blanco de multitudinarias protestas que afectan las infraestructuras del país.
"Nadie podía imaginar hace un tiempo lo que iba a pasar en Chile, pero conforme se agravó la crisis, nos fuimos preparando para una contingencia. Perú se fue postulando y Conmebol nos dio luz verde. Estamos muy agradecidos y ahora le toca a Perú responder con el mejor trabajo organizativo", concluyó Lozano. (D)