Un día como hoy, pero de 1997, el Chito evitó una derrota prácticamente cantada de River Plate, lo hizo en la agonía del partido, a 3 minutos del final, con un furibundo cabezazo para desatar la algarabía infinita en el estadio Monumental de Buenos Aires.
Fue ante Boca Juniors, el archirrival, que comenzó a todo vapor en el patio ajeno y en el primer tiempo hizo tres anotaciones. Fue un lapso soñado para cualquier elenco que disputa un superclásico y en condición de visitante como lo fue para los Xeneizes.
El uruguayo Néstor Gabriel Cedrés abrió la cuenta a los 5, muy temprano, y posteriormente Sergio Daniel Martínez, conocido como la Manteca, amplificó el resultado con un doblete, a los 17 y 29, respectivamente.
Antes de caer el descanso, Sergio Ángel Berti descontó, a los 42. La tarde seguía oscura en el Monumental. El defensor Eduardo Berizzo, actual entrenador de la Selección Paraguaya vio la roja, y dejó al equipo de Ramón Díaz con 10 hombres.
Se emparejaría más tarde con la expulsión del goleador rival. En igualdad numérica, River tomó la lanza, puso coraje y se jugó al todo por el todo para evitar salir cabizbajo de la cancha.
Facundo Villalba pasado el segundo cuarto alimentó la esperanza millonaria de salvar el resultado, logrado por el Chito a tres del final con un inolvidable cabezazo al estilo de Cristiano Ronaldo.