La historia empezó a escribirse a finales de 2014, cuando Huracán venció a Rosario Central en la final de la Copa Argentina.
El Globo todavía estaba en la B Nacional, pero ese título le dio la chance de jugar la final de la Supercopa Argentina nada menos que ante el River de Gallardo.
El choque fue en el estadio Bicentenario de San Juan, con Néstor Pitana como árbitro, en abril de 2015.
Los de Núñez, por su parte, venían de salir campeones de la Copa Campeonato, con Ramón Díaz como entrenador, al vencer 1 a 0 a San Lorenzo.
Era un buen equipo el del Globo: dirigidos por Néstor Apuzzo, el plantel contaba con Marcos Díaz, Eduardo Domínguez, Patricio Toranzo y Wanchope Abila, entre otros.
Sin dudas era un gran desafío medirse contra River, pero la prioridad de los de Parque Patricios por esos días estaba en lograr el ascenso a Primera. En ese momento el Globo peleaba por el regreso, pero ni siquiera se ubicaba entre los puestos de repechaje para volver a la máxima divisional.
Por supuesto, el Millonario era el candidato. Sin embargo, Huracán planteó un partido inteligente, esperando al rival en su campo y apostando a los espacios para generar alguna contra.
Esa contra llegó, de manera perfecta, a los 21 minutos de la primera mitad. Toranzo tomó el balón en su campo y metió un gran pase para Cristian Espinoza; el punta desbordó muy bien a Funes Mori y mandó un centro justo para que Puch pusiera el 1 a 0. Ese tanto, en definitiva, sería el de la victoria.
River salió a buscar la igualdad, claro, y contaba con un gran equipo que más tarde sería campeón de la Copa Libertadores: Barovero, Funes Mori, Carlos Sánchez, Kranevitter, el Pity Martínez, Cavenaghi, Mora…
Pero el Globo se defendió bien con dos centrales muy firmes como Nervo y Domínguez, y cuando las barreras defensivas fueron superadas, apareció la gran figura de Marcos Díaz. El arquero tuvo un par de atajadas decisivas: un cabezazo ante Mora a poca distancia que sacó a puro reflejo, y otra doble tapada similar pero en este caso tras un frentazo de Cavenaghi.
Fue una coronación muy celebrada, esperada por el público del Globo luego de quedar eliminados de la Copa Libertadores en primera ronda y de un flojo presente en el torneo local. Si bien el equipo venía de lograr el ascenso de manera agónica unos meses antes, el DT Apuzzo estaba siendo muy cuestionado por las malas actuaciones de los últimos tiempos.
La victoria le dio aire al entrenador que arrancó como interino y venía trabajando con las Inferiores, y siempre fue un “bombero de emergencia” cuando el equipo estaba necesitado y en crisis.
En ese lapso de pocos meses, entre noviembre de 2014 y abril de 2015, el Globo logró la Copa Argentina, el ascenso a Primera y la Supercopa ante River.
Una serie soñada para Huracán. La Copa Argentina fue el primer trofeo para el club tras 41 años de sequía, y la Supercopa marcó otro logro muy importante, nada menos que el último título obtenido hasta la fecha por el conjunto de Parque Patricios.