Diego Armando Maradona murió a los 60 años después de sufrir una descompensación en su domicilio el miércoles 25 de noviembre de 2020.
Los días en Argentinos Juniors estaban quedando atrás. Se sabía desde hacía tiempo que Diego Armando Maradona tenía destino europeo. Pero antes de desembarcar en el Viejo Continente, el 10 se dio un gran gusto: el de jugar en Boca.
Así, luego de duras negociaciones, el presidente de Argentinos, Próspero Consoli, y el de Boca, Benito Noel, firmaron los papeles para hacer oficial el traspaso. De esta manera el 10 pudo vestir los colores del club del que era hincha.
El 20 de febrero de 1981, en cancha de Boca, fue la presentación oficial. Diego jugó un tiempo con cada camiseta para ponerse ya a pensar en el gran desafío que tenía por delante: el de sacar a Boca campeón.
El xeneize no pasaba su mejor momento económico y no se consagraba a nivel local desde 1976, cuando había levantado la copa de la mano del recordado Toto Lorenzo.
El debut fue el domingo 22 de febrero de 1981, por la primera fecha del campeonato Metropolitano, con goleada por 4 a 1 ante Talleres de Córdoba en La Bombonera. El estadio estaba al límite de su capacidad, y un montón de hinchas debieron quedarse afuera y escuchar el partido por radio.
Cosas del destino, Maradona volvía a debutar ante Talleres, como ocurrió cuando dio los primeros pasos jugando para el Bicho, en 1976. Esta vez, Diego se fue ganador y anotó dos goles.
El equipo formó con: Hugo Gatti; Hugo Alves, Rubén Acevedo, Roberto Mouzo, Carlos Córdoba, Marcelo Trobbiani, Jorge Quiroz, Miguel Brindisi, Diego Armando Maradona, Osvaldo Escudero y Hugo Perotti.
En esa campaña Diego sufrió algunas lesiones que no le permitieron rendir en plenitud. Sin embargo, fue determinante para el título. Dentro de los 34 partidos disputados, hay uno que se destaca sobre el resto.
El superclásico, nada menos, jugado en La Bombonera por la fecha 10 del certamen. Una noche lluviosa y con cancha embarrada, donde Pelusa dejó el sello con uno de los goles más recordados vistiendo la azul y oro.
Iban 22 minutos del complemento (Boca ya ganaba 2 a 0 con dos tantos de Miguel Angel Brindisi) y Carlos Córdoba realizó una gran jugada por la banda derecha. El lateral mandó el centro al área, que Maradona bajó con una clase magistral.
Enseguida le salió el Pato Fillol, al que desparramó por el césped con un amague. Con el arco libre, encontró de repente la resistencia de Tarantini. El defensor se tiró como un arquero para detener el remate, pero no pudo ante la exquisita definición del 10.
Fue una noche inolvidable para el mundo Boca, dentro de un torneo que se ganó con mucho sufrimiento.
El partido donde también se vio la magia de Maradona y fue clave para el título se dio ante Ferro, el 2 de agosto, por la fecha 32. Los de Caballito, de gran campaña, seguían de cerca al xeneize. Si Boca ganaba, iba a quedar a un paso del título, pero si perdía Ferro podía ponerlo en apuros.
Maradona no hizo el gol de la victoria, pero le dio un pase extraordinario a Perotti desde la mitad de la cancha para que el delantero sellara el triunfo. La avalancha que generó ese festejo en las tribunas de La Bombonera todavía le pone la piel de gallina a más de un fanático.
En Rosario, ante Central, una fecha más tarde, el 10 falló un penal que pudo ser el del título. Pero en la última jornada, ante Racing, se tomó revancha y desde los 12 pasos marcó el gol para el empate que le terminaría dando el campeonato a Boca. Y el único título a Diego jugando en el país.