A los 35 años, Pelé andaba de vacaciones en Estados Unidos, enseñándole a los ‘gringos’ a dominar la pelota con los pies a cambio de muchos dólares. A esa misma edad, Maradona ya era un mito en permanente rehabilitación que jugaba cuando le daba la gana en Boca Juniors; Johan Cruyff había regresado a Holanda para morir futbolísticamente; Michel Platini aprendía las primeras mañas de ser dirigente; y Marco van Basten, que ya había perdido movilidad a causa de un cúmulo de lesiones, casi pierde toda su fortuna en un banco.
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