Un día como hoy, pero en 1972, de la mano del sensei Gill Josué Acosta, el Karate Do Shotokan comenzaba a escribir una apasionante y prolífica historia en la tierra colorada.
Josué Acosta, discípulo de Akira Owashi, 1° Dan de la Universidad de Kumazawa (Japón), considerada como la mejor Universidad de Karate del mundo, y del Sensei Michysa Itaya, introductor del Karate Shotokan JKA en la República Argentina, enviado por la Japan Karate Association junto al Sensei Mitsuo Inoue, actual representante máximo de la JKA para esta parte del mundo, son los principales referentes.
Las primeras clases prácticas se realizaron en el Instituto Matsumura de Posadas, lugar donde el reconocido maestro de Judo Yosihiro Matsumura impartía las enseñanzas de esta disciplina oriental.
Allí, nace la primera Asociación de Karate denominada “El Mensú” y un año más tarde se crea el primer Dojo exclusivamente de Karate, llamado “Itaya”, en homenaje al Sensei Michysa Itaya.
Al poco tiempo el Karate expande sus enseñanzas en entidades oficiales como la Universidad Nacional de Misiones (UNaM), Consejo Provincial de Deportes, Liceo y Escuela de Cadetes de la Policía de Misiones, Polideportivos Municipales, Centros Comunitarios e Instituciones Educativas Sociales y Deportivas, que posteriormente confluyeron como miembros integrantes de la actual Federación Misionera de Karate Do.
En la actualidad, posee más de 20 gimnasios, dojos asociados y 1750 practicantes federados en Misiones y la región.
Siempre bajo la conducción del Sensei Gill Joué Acosta, la provincia de Misiones se posicionó a través de sus equipos seleccionados, obteniendo destacados logros en los más importantes torneos y competencias de karate regionales, nacionales e internacionales como la Copa Itaya, Torneo Nacional, Torneo Rioplatense, Torneo Panamericano, entre otros.
En 1978 Gill Josué Acosta se traslada a Capital Federal para impartir sus enseñanzas junto al Sensei Inoue y, posteriormente, viaja a Brasil donde se radica definitivamente hasta su fallecimiento en el año 2018.
A partir de 1978 el legado lo continuó su hermano, Antonio Atilio Acosta, hoy 6° Dan de la JKA, titular de la AES filial Misiones y Presidente de la comisión técnica de la Federación Misionera de Karate Do.
Atilio Acosta, por más de una década fue integrante de la selección nacional, logrando títulos destacados en Japón, Francia, Italia, Australia, Nueva Zelanda, Brasil, Paraguay, Uruguay, Chile, Perú, Bolivia, Canadá, México y Venezuela.
Luego de concluir su etapa competitiva, en su rol de entrenador continuó posicionando a Misiones en la cima del Karate, llegando a dirigir al equipo argentino y ser designado como árbitro internacional por nuestro país.
Sus alumnos también vistieron los colores albicelestes consagrándose en campeonatos internacionales, sudamericanos y llegaron al podio a nivel Mundial, el logro más valioso.
Por citar algunos de los más destacados, en los últimos años, Jorge Rivas, Javier y Daniel Acosta, Adriana Carísimo, entre otros.
Fieles a la enseñanza
Como eslabones de la cadena de transmisión generacional del judo y por respeto y fidelidad a la misma para guardar intacta la herencia recibida, a 50 años de existencia del legendario arte marcial en Misiones, aún continúan en la práctica activa karatecas de los primeros grupos iniciados con Gill Josué Acosta: Ramón Delgado (3° Dan), Abel Róttoli (3° Dan), Rubén Ferreira Márquez (3° Dan), Rubén Aguirre (3° Dan), Mario Rosillo (3° Dan), Mario Rosinzewski (2° Dan), Roberto Larrosa y Atilio Acosta (6° Dan), todos graduados por la JKA bajo las enseñanzas, experiencias y los conocimientos del Shihan Mitsuo Inoue -8° Dan JKA- máximo representante de esa institución nipona en Argentina y Sudamérica.
Por ello, después de haber practicado tantos años, siguen esforzándose a través de los entrenamientos, para mejorar sus técnicas, sus estudios, profesiones o dedicaciones, buscando mostrar lo aprendido con la experiencia que dan los años y ser el ejemplo para el resto de los karatecas, una muy ardua tarea que nunca dejarán de hacer. Por eso, el Karate Do es el “camino de las manos vacías” para toda la vida.
El origen del Karate-Do
El Karate Do (camino de las manos vacías) es una de las artes marciales más reconocidas y difundidas a nivel mundial. Los orígenes de este estilo de combate datan del siglo XVI en las islas Ryūkyū, conocidas actualmente como Okinawa. La primera escuela y estilo que se conoce es el Karate Do Shotokan, creado por Gichin Funakoshi, en compañía de su hijo Yoshitaka Funakoshi, desde finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX. Debido a las carencias que encontraron en el karate de aquel entonces dedicaron gran parte de su vida a su perfeccionamiento, transformándolo en un estilo más sólido para el combate. Con tal motivo, Gichin agregó una ideología basada en el pensamiento del filósofo Confucio y el código Bushido Samurai; esta se encargaría de fortalecer el espíritu y mente del luchador.