Boca Juniors generó un penal justo antes del descanso del partido ante Rosario Central, pero la historia no tuvo un buen final. Pol Fernández se encargó de ejecutar la falta y no pudo superar al portero Gaspar Servio, portero que curiosamente había fallado una pena máxima ante Agustín Rossi en la parte inicial.
El duelo entraba al segundo minuto de los cinco que había agregado el árbitro Pablo Echavarría al primer tiempo. Durante esos instantes, a pesar de la presión que recibían, los ‘Canallas’ optaron por salir jugando con una serie de pases cortos, que progresaron hasta la mitad del campo, donde Luis Advíncula despejó.
Óscar Romero controló y habilitó a Sebastián Villa, quien se posicionó en la zona del córner y realizó una acción de lujo: dejó en el camino, por potencia física, a Damián Martínez y el desesperado Ismael Cortez, defensor que había sido superado previamente, fue a cortar con agresividad, haciendo caer al colombiano.
La escena no fue clara para la visión del colegiado, que recién fue a revisar lo ocurrido tras el llamado de sus colaboradores en el VAR. Finalmente, luego de un análisis en el monitor al costado del campo de La Bombonera, el juez cobró el penal y la expectativa aumentó en las filas de Boca Juniors.
De inmediato, Pol Fernández se adueñó de la pelota y ejecutó hacia el poste derecho del portero Gaspar Servio, pero no tan esquinado y facilitó la parada. El guardameta de Rosario Central celebró efusivamente, puesto que se redime después de fallar una pena máxima ante Agustín Rossi (12′).