No lo querían ni en cuarta: la historia no contada de Juan Cuadrado en el fútbol argentino

Sin historias de superación como la que estamos por contarte, el fútbol -tal y como lo conocemos- estaría lejos de ser el deporte que sigue enamorando a millones de personas en el mundo. Por ello, anécdotas como las de Juan Cuadrado y su frustrado paso por el fútbol argentino resultan ser vitales para entender la dimensión de un deporte que todavía tiene muchas lecciones por darnos.

¿Qué pasó con Juan Guillermo? Pues la historia de hoy se remonta al año 2006, cuando el defensor colombiano apenas tenía 18 años y aún soñaba con ser jugador de fútbol. Esto lo motivo a emprenderun viaje a Buenos Aires con la misión de probarse en varios clubes y así tratar de conseguir el empuje que le faltaba a su carrera.

No obstante, la vida parecía tener otros planes para el jugador. A pesar de su esfuerzo, Cuadrado fue rechazado por diferentes equipos argentinos debido a su físico. Tal y como contó en su libro autobiográfico: ‘Panita, esta es mi historia’, Boca Juniors y River Plate fueron algunos de los clubes locales que le cerraron las puertas.

Además del rechazo de los dos gigantes del fútbol argentino, Juan Guillermo también recibió la misma respuesta de clubes del Ascenso como Tiro Federal de Rosario y Nueva Chicago, así como de instituciones semi amateurs como El Porvenir de la cuarta división ‘che’. Sin duda, una panorama nada alentador para el colombiano.

En medio de su aventura por querer jugar en Argentina, una de las cosas que pocos saben de Cuadrado es que justamente uno de los equipos en los que se probó fue el humilde El Porvenir, club al que nisiquiera menciona en su libro autobiográfico, pero del que sí se acordaron algunas personalidades como el exjugador Adrián Gerry.

“Hace unos años estaba en mi casa, mirando un partido de fútbol europeo, y veo que enfocan a un colombiano de nombre Cuadrado. ‘¡Pero si es el que se probó en El Porvenir!’, empecé a hablarle a la tele. Hasta le dije a mi familia que había jugado con él”, contó el exdelantero, con experiencia en equipos de tercera y cuarta división.

“Se probó con nosotros una o dos semanas y lo recuerdo como un delantero por los costados, un extremo bajito y rapidísimo. Tal vez le faltaba potencia pero era pura velocidad. Te dabas cuenta que era un distinto. El técnico (Fabián Nardozza) quería que se quedara pero no pudo convencer a los dirigentes”, agregó Gerry.

Según la información brindada por Julián Mosquera, exjugador colombiano y buen amigo de Cudrado por ese entonces, ‘Juangui’ no se habría quedado en El Porvenir debido a que su presidente quería quedarse con los derechos de formación del futbolista, lo que no agradó a los dueños de su pase y acabó con la negociación.

Pese a que en su libro no habla de este episodio desconocido por sus seguidores, Cuadrado sí recordó las duras palabras que un entrenador tuvo sobre él, tildándolo de ser un ‘’colombiano muy chiquito y flaquito’’. Asimismo, contó el calvario que sufrió gracias a su representante, quien lo abandonó y solo le dejó 200 dólares.

“Llegué al punto en que tuve que decidir si almorzaba o comía en la noche, porque no me alcanzaba para ambas cosas. El hambre, el frío, el peso de la soledad y los ‘no’ que había recibido me fueron acorralando. Sin embargo, seguía entrenando donde pudiera, buscando otras pruebas. Soñaba con quedarme y jugar en ese país”, reveló.

Finalmente, ante la falta de oportunidades, Juan Guillermo tomó la difícil decisión de volver a Colombia, donde jugaría para el Independiente de Medellín entre el 2008 y 2009, año en el que daría el gran salto a Europa de la mano del Udinese italiano. Tras ello, el fútbol no tendría más que increíbles momentos por darle a Cuadrado.

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