Cada 21 de marzo, las redes sociales se llenan de videos, reels y mensajes de personas regalando flores amarillas. Aunque muchos piensan que es una fecha oficial o una tradición antigua, pero su historia es mucho más reciente y se debe a las redes sociales. Si alguna vez te has preguntado de dónde viene esta costumbre o por qué justo ese día, te contamos la verdad detrás del famoso Día de las flores amarillas.
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¿Cuál es el origen del Día de las flores amarillas?
Debes saber que esta fecha tan popular no nace de una celebración histórica ni religiosa, sino de una escena icónica de una telenovela juvenil argentina: Floricienta que se emitió entre los años 2004 y 2005. La serie marcó a toda una generación en Latinoamérica y en uno de sus capítulos más recordados, la protagonista expresa su deseo de que algún día alguien le regale flores amarillas, como símbolo de un amor verdadero y sincero.
A partir de allí, ese gesto se volvió emblemático entre los fans. Aunque muchos relacionan el día con el inicio de la primavera (especialmente en septiembre en el hemisferio sur), la fecha que los seguidores de la serie tomaron como referencia es el 21 de marzo, cuando también comienza la primavera en varios países del hemisferio norte.
¿Qué significan realmente las flores amarillas?
El color amarillo está asociado con la alegría, la luz, la energía y la esperanza. En el contexto de Floricienta, representa ese amor ideal, puro y lleno de ilusiones. Hoy, regalar flores amarillas se ha transformado en una forma tierna de demostrar cariño, admiración o simplemente hacerle el día a alguien especial.
¿Es una tradición real o solo un trend?
Pese a que no nació como una festividad oficial, el Día de las flores amarillas ya forma parte de las nuevas costumbres que se construyen desde las redes. ¿Una nueva moda? Tal vez, pero también es una manera de conectar con la nostalgia, el amor y la ternura. Y mientras siga teniendo un significado para quienes lo celebran, continuará festejándose.
Lo lindo de todo esto es que no necesitas una excusa formal para regalar flores. A veces, una tendencia puede convertirse en algo mucho más bonito si se hace con intención.