La clasificación de Ecuador por primera vez a una Copa del Mundo de la FIFA también se constituye de "momentos difíciles".
Los triunfos sobre Chile (1-0), Brasil (1-0) y Perú (1-2), por supuesto son parte de los buenos recuerdos e inolvidables. Pero durante el clasificatorio rumbo a Corea/Japón 2002, los jugadores tuvieron que unirse más que nunca para mantener el barco a flote. Así lo reveló el entonces capitán del equipo, Álex Aguinaga, en una entrevista a EL UNIVERSO en la que hizo un repaso de cómo fue el tanto de Jaime Iván Kaviedes para el 1-1 contra Uruguay, el 7 de noviembre de 2001.
El gol en el minuto 72: No se ensayó. Las jugadas son prácticamente una ilusión que suceden en ese momento, producto de la imaginación. Los movimientos, el momento, las situaciones; todo cambia. Cuando defiendes es más fácil porque en la defensiva vas a hacer movimientos que están programados para cubrir a tu compañero; destruir siempre va a ser más fácil que construir, pero trabajábamos muchísimo en zona defensiva. Con Bolillo practicamos mucho tiempo y eso ayudó a tratar de perfeccionar la idea y que los jugadores se conozcan.
La jugada para el cabezazo de Kaviedes: El Tin (Agustín Delgado) casi siempre era el que recibía la pelota o era el encargado de sostener a la defensiva rival. En ese momento el Tin se va hacia el costado, lo veo que arranca y le tiro la pelota desde la mitad de la cancha hacia el costado. Él va por la pelota, saca al central que tenía en la marca. Voy a buscar nuevamente la pelota, me la entrega y veo a un jugador amarillo en la mitad del área, entonces le tiro la pelota, después se eleva el Nine y remata de cabeza. Todo son circunstancias, sobre todo en ofensiva.
¿Kaviedes había soñado con marcar el gol?: No, nunca hablamos. De hecho después leí lo que él dice que cuando era un niño se imaginaba que él iba a anotar el gol de la calificación al Mundial. Pero nunca lo he escuchado decir cómo iba a hacer el gol. Me acuerdo que nada más comentó eso. Y todo es válido (...) Yo, por ejemplo, nunca soñé con ser un jugador profesional de fútbol, y sin embargo, terminé viviendo del fútbol y sigo viviendo gracias al fútbol, a través de mis análisis, de mi trabajo como Director Técnico, pero nunca pensé ser un profesional de fútbol, y la vida me llevó por ese camino. Yo simplemente (aspiraba) en vivir, en disfrutar. Me gustaba mucho la mecánica, pensaba quizá que podía ser mecánico. En el fútbol, aunque lo hacía bien y me gustaba mucho jugarlo, no se me cruzaba por la cabeza ser futbolista profesional.
Los momentos malos: El ataque al Bolillo Gómez, la salida de algunos compañeros de la Selección. Algunos puntos que no son vistos dentro de lo positivo de un grupo, los problemas que de repente se tenían con la misma directiva, entre nosotros, con el cuerpo técnico. La derrota ante Uruguay por 4-0 en Montevideo. En el partido contra Paraguay, yo salgo lesionado, íbamos perdiendo 1-0 y le dimos vuelta al partido (2-1) jugando de una manera espectacular. Le ganamos a una selección peruana muy dura, y Bolillo terminó en la enfermería. En los momentos más difíciles estuvimos unidos, que yo creo fue lo más importante de esta Selección. (D)