Una multitudinaria caravana acompañó a Independiente del Valle para reencontrarse con su afición. Los hinchas negriazules celebraron la conquista de la Copa Sudamericana y estuvieron junto a sus ídolos en un trayecto en el que el protagonista fue el trofeo del primer certamen oficial que consiguieron los rayados en su historial.
Con poco descanso tras la final disputada en Asunción, en la que superaron por 3-1 al argentino Colón de Santa Fe, la aeronave que transportó a la delegación sangolquileña llegó al aeropuerto Mariscal Sucre, donde un arco de agua recibió a los nuevos campeones.
La salida de la terminal aérea fue tranquila, el grupo estuvo encabezado por su dirigencia, y el zaguero Fernando León fue el encargado de llevar el trofeo para encaminarse con el equipo a un bus que los llevaría en caravana hasta Sangolquí, previo un paso por el norte de Quito.
A una reducida comitiva se fueron sumando los aficionados, y el grupo se hizo más numeroso en el acceso a Sangolquí, tramo final hasta una explanada que el club utiliza con canchas para sus escuelas de fútbol y formativas.
En la tarima central, los jugadores, como en la final ante Colón, asumieron el control de las acciones. Los capitanes Fernando León y Efrén Mera ofrecieron el trofeo a unos mil hinchas presentes, que deliraron con la conquista alcanzada.
Aunque no apareció en la final, en la tarima fue Juan José Govea el conductor del equipo. El atacante tomó el micrófono y uno por uno llamó a los jugadores para que demuestren sus cualidades en el baile, al ritmo de salsa choque.
Unos con mejores pasos que otros, pero todos bailaron, incluidos cuerpo técnico y dirigentes. El presidente Franklin Tello destacó el momento festivo del club. “Este es su momento muchachos, agradecido con todos por su esfuerzo, y que lo disfruten”, indicó.
También Michel Deller, cabeza del proyecto negriazul, levantó el trofeo y agradeció la entrega de “un grupo que trabaja con responsabilidad, con dedicación, y con eso todo es posible. Hoy Independiente es campeón sudamericano y está con su gente”, apuntó.
Capítulo aparte mereció la animación de Miguel Ángel Ramírez. El estratega español hizo gala del manejo de grupo para alentar a jugadores y aficionados, quienes le siguieron con algunos movimientos al ritmo de la música. Igual actitud tuvo el ibérico sobre el bus, cuando tomó un bombo y puso a cantar a sus dirigidos, que al grito de ¡IDV campeón...! transitaron por calles y avenidas de Quito y Sangolquí. (D)