04/05/2024

Ricardo Vasconcellos Rosado: Los 75 años del Sistema de Emisoras Atalaya

Domingo 08 de Diciembre del 2019

Ricardo Vasconcellos Rosado: Los 75 años del Sistema de Emisoras Atalaya

La popularidad de Atalaya se agigantó con la llegada de Ecuador Martínez, maestro de la narración. Uno de los programas cumbre era Horizontes Deportivos. Lo dirigía Ricardo Chacón, con la colaboración de Augusto Barreiro. Allí debutó Alberto Sánchez Varas.

La popularidad de Atalaya se agigantó con la llegada de Ecuador Martínez, maestro de la narración. Uno de los programas cumbre era Horizontes Deportivos. Lo dirigía Ricardo Chacón, con la colaboración de Augusto Barreiro. Allí debutó Alberto Sánchez Varas.

Tenía previsto escribir sobre el disparate de la secretaria nacional del Deporte de tratar de revivir la maniobra distractiva de la sede del Mundial 2030 para Ecuador, Colombia y Perú y analizar las implicaciones penales de la destrucción de la piscina del Centro Cívico, pero decidí referirme a un tema más grato: el aniversario número 75 del Sistema de Emisoras Atalaya.

Radio Atalaya es un símbolo muy guayaquileño, especialmente en el deporte, aunque desde su inicio cubrió todos los segmentos noticiosos y críticos del acontecer nacional. Su más lejano antecedente fue la Radio Universitaria Atalaya, nacida en 1940 gracias a las inquietudes de dos nombres señeros de la radiodifusión: Gonzalo Enderica y Washington Delgado Cepeda. Su programa insignia fue la Hora Cultural Universitaria, que alcanzó gran sintonía. Un año después Delgado Cepeda fundó el Grupo Radial Cenit y Enderica siguió hasta 1943, en que un joven orense, Voltaire Paladines Polo, quien residía en Guayaquil desde los 9 años, le arrendó la radio para, finalmente, comprarla y convertirla en Sistema de Emisoras Atalaya, cuyas transmisiones de prueba empezaron en diciembre de 1944.

Paladines era un hombre del deporte. Conservo todavía una foto que me obsequió hace muchos años en la que aparece muy joven en el puesto de puntero derecho de un equipo orense. Yo me iniciaba muy jovencito en el periodismo y me tomó afecto porque, según me lo contó, había sido compañero de banca de mi padre (José Andrés Vasconcellos Avilés) cuando ambos estudiaban bachillerato en contabilidad en el colegio Marco A. Reinoso.

En 1939 hizo sus primeras armas en el periodismo deportivo en las filas de radio El Telégrafo, transmitiendo las incidencias del Sudamericano de natación con el que se inauguró la piscina Olímpica. Dotado de una magnífica voz, era el encargado de los comerciales. Se involucró luego en uno de los programas más populares de la historia de nuestra radiodifusión: La Hora Deportiva Nacional. Formaban parte de ese brillante grupo Miguel Roque Salcedo, Rafael Guerrero Valenzuela, Miguel Machuca (Mickey Mouse), Ralph del Campo, Aquiles Rigaíl Maulme y Luis Alcívar Elizalde. El programa duraba tres horas, desde las 7 de la noche, e incluía variedades como los sketches humorísticos del compadre Pío (Alfredo Moskera, se escribía así) y los boleros de moda interpretados por Aurelio Constante.

Al salir al aire oficialmente el 19 de diciembre de 1944, Voltaire Paladines era la gran voz de la emisora en los noticieros diarios. Sus opiniones políticas eran seguidas con gran interés y los programas de variedades eran conducidos por un locutor legendario, Enrique Vega Ruilova, para mí, la mejor voz de la historia radiofónica.

La popularidad de Atalaya se agigantó con la llegada del gran maestro de la narración deportiva: Ecuador Martínez Collazo. Su contacto con la radio había nacido en 1938 en la estación El Telégrafo. El gran innovador de la radiodifusión y más tarde de la televisión, Paco Villar Balladares, había iniciado las radionovelas en un programa llamado El Teatro en su Hogar, que se transmitía en radio El Telégrafo, cuyo elenco está instalado en la nostalgia. A más de Paco y Ecuador estaban Elsy Vidal, Lucho Martínez, Concha Pascual, Enrique Vega y otros pioneros. Antes, otro histórico del micrófono, Humberto Romero Gálvez, lo había llevado a una pequeña emisora, radio Oriente, para que hiciera comerciales.

Un hito de la llegada de Ecuador Martínez propició la conformación de un grupo inolvidable en las transmisiones deportivas desde 1949: la recordada Cabalgata Deportiva Gillette. La empresa estadounidense concedió la licencia a Atalaya por la calidad de su personal y su condición de emisora más popular en el país. Conformaban la Cabalgata Martínez, como narrador; los comentarios de Miguel Roque Salcedo; y los comerciales de Enrique Vega. Este se fue a radio América como director de radioteatro y en su reemplazo arribó Humberto Romero. El eterno director de consola fue Marcos Pons Ontaneda.

Nunca habrá un narrador como Ecuador Martínez, orgullo de Milagro. Su voz era incomparable; su cultura lo hacía ocurrente, imaginativo y original. Si no podíamos ir al viejo estadio George Capwell, y después al Modelo, bastaba encender el radio y escuchar a Ecuador Martínez y las autorizadas opiniones de Miguel Roque Salcedo, primero, y luego de Ricardo Chacón García y Arístides Castro Rodríguez. El poeta Fernando Artieda dijo en un artículo que Ecuador era “un hombre que tenía un televisor en la garganta”. Martínez y Castro son autores del más famoso momento de la narración deportiva: el gol del cura español Juan Manuel Bazurco, para Barcelona en La Plata el 29 de abril de 1971, un tesoro que miles guardan en viejos casetes y hoy en CD o en sus teléfonos celulares.

Fui un seguidor de uno de los programas cumbre en la historia de la radio: Horizontes Deportivos, que era un resumen del domingo deportivo. Se emitía a las 9 de la noche y miles como yo salíamos al trote del Capwell para alcanzar el inicio del programa. Lo dirigía Ricardo Chacón, con la colaboración de ese gran periodista que fue Augusto Jijí Barreiro. Allí debutó, cuando era un adolescente, el periodista e historiador Alberto Sánchez Varas, quien informaba de los resultados del fútbol internacional.

Imposible no recordar el programa del mediodía con Guillermo Valencia León (Valenciano), un erudito de palabra fácil y certera. Por sus micrófonos pasó el insobornable y directo Mauro Velásquez Villacís, quien hizo Atalaya Deportiva por más de un lustro en compañía de un periodista de clase como Luigi Pescarolo Orellana.

Otro programa inolvidable que duró más de 20 años fue Hípica, Deportes y Tango, que dirigió Bobby Bermúdez Tello.

En 1950 Paladines y Martínez fundaron radio Atalaya, de Milagro, un emblema del milagreñismo, que dirigió siempre Ecuador con un gran compromiso cívico. Hoy su director es Roberto Martínez Aguirre, hijo del inolvidable Ecuador.

Colocada la radio ya en la cresta del favor popular, Voltaire Paladines decidió incursionar en la dirigencia deportiva. Ante la imposibilidad de continuar con la construcción del estadio Modelo, sus amigos le pidieron que aceptara la candidatura a presidente de la Federación Deportiva del Guayas. Ganó con amplitud y emprendió la tarea de terminar la obra.

Logró un préstamo con el banco La Previsora y los trabajos continuaron hasta llegar a su culminación con la inauguración el 24 de julio de 1959. Pero la dinámica de Voltaire no se detuvo allí. Se propuso construir un coliseo cubierto que reemplazara al viejo Huancavilca, ya superado por el tiempo. Lo inauguró en 1963 y lo bautizaron con su nombre en homenaje a su constructor y realizador.

En 1972 Voltaire Paladines fue elegido presidente del Comité Olímpico Ecuatoriano en el que llevó a cabo una gran tarea, la principal de las cuales fue la resurrección de los Juegos Deportivos Nacionales, que no se realizaban desde 1935. Esta y otras muchas realizaciones lo hicieron acreedor a la Gran Cruz Olímpica, otorgada por el Comité Olímpico Internacional.

En la vida del querido Voltaire Paladines hay una anécdota que pocos recordarán. En 1973 la dictadura de Guillermo Rodríguez Lara quiso atribuirse la facultad de escoger la delegación nacional que iba a competir en los Juegos Bolivarianos de Panamá. Paladines se opuso a esa medida que quebrantaba las reglas olímpicas y reclamó el derecho que correspondía al Comité Olímpico Ecuatoriano que él presidía. La dictadura emitió una orden de prisión en su contra y este se entregó en el Cuartel Modelo. Estuvo tres días preso hasta que la presión ciudadana obligó a liberarlo. El dictador dijo que autorizaba la participación siempre que la delegación la presidiera el ministro de Educación. Con dignidad, Paladines Polo rechazó la propuesta y Ecuador no asistió a esos Bolivarianos.

Hoy el Sistema de Emisoras Atalaya, bajo la dirección de Andrés Mendoza Paladines, nieto de Voltaire, ha vuelto a las altas cotas de predilección popular con todas las innovaciones tecnológicas de la modernidad.

Para Andrés y su hermano Eduardo, y para los colegas que hoy integran su staff, vaya el abrazo de un hincha de Atalaya desde la niñez. (O)

Para Andrés Mendoza y su hermano Eduardo –nietos de Voltaire Paladines Polo–, y para los colegas que hoy integran su staff, vaya el abrazo de un hincha de Atalaya desde la niñez".

Ver noticia en El Universo

Temas Relacionados: