Su nacimiento. Desde niño fue muy travieso en el dominio del esférico, juraba ser futbolista, en su sector era llamado para conformar una alineación titular, en sus estudios tenía buenas calificaciones, amoroso con sus padres, familiares, amigos y por su biotipo con el paso de los años denotaba tener una admirable contextura, es decir, un físico envidiable.
Como centenares de talentos Felipe dio sus pinitos en el Interbarrial de Fútbol de Diario EL UNIVERSO, actuando en el cuadro de Rocafuerte FC, ahí demostró su jerarquía goleadora y alzó en varias ocasiones el trofeo como campeón.
En su última entrevista eleva a lo más alto la organización, la disciplina, la puntualidad y la producción de figuras del Interbarrial.
- Denis Dau: Amarillo hasta la médula
Hoy milita en el cuadro de la Lazio, equipo de jerarquía en el campeonato italiano, y es uno de los jugadores destacados de tan exigente torneo. Brilla, resplandece, se ‘guapea’, no es temeroso, es de los pocos jugadores en el balompié que arrastra marcas constantes por su envidiable físico, va con todas hasta anotar. Su técnico, Simone Inzaghi, un verdadero estudioso de tácticas y de proyecciones ofensivas, elogia su capacidad física, de compañerismo y ser letal frente al arquero adversario.
En estos instantes Felipe Caicedo, con sus 31 años, es ungido, está en todas las tertulias del ambiente futbolístico tanto del país como en el exterior, donde su sagacidad y fortaleza para anotar realmente son admirables. Ecuador lo necesita en la eliminatoria, debe ser el líder, el capitán y quien maneje las riendas de los partidos rumbo a Catar.
Con franqueza, los 17 millones de ecuatorianos claman porque Felipe rectifique su decisión y se ponga nuevamente la camiseta de la Tri para darnos el primer alegrón en la fase eliminatoria con uno o dos goles contra Argentina.
No más palabras... (O)