Como zaguero de 9 de Octubre Urlín Cangá vivió varias épocas en las que el club de Guayaquil estuvo en la serie B, ascendió a la A, fue candidato al título (en 1983 y 1984 fue subcampeón), fichó a una legión de futbolistas de renombre a nivel nacional e internacional y también lo vio apagarse cuando se alejó Omar Quintana.
Hoy, luego de 23 años, el equipo octubrino, reaparece en la serie B con la consigna, según su dirigencia, de subir a la A lo más pronto posible. Cangá, luego monarca con Emelec en 1988, recuerda sus años en 9 de Octubre; a sus técnicos, dirigentes y a la legión de figuras con las que saltó a varias canchas del país.
¿Qué siente con la vuelta de 9 de Octubre a primera?
Ha sido un club muy serio en el país y forjó el futuro de muchos futbolistas de gran trayectoria, por ello esto (el retorno a la B) me llena de mucha alegría y satisfacción. Además, es el equipo donde comencé mi carrera.
¿Por qué cree que se tardó 23 años para estar en la B?
En Ecuador, y en todo el mundo, son necesarios los recursos económicos para poder participar en un torneo profesional y para contar con buenos jugadores y con un buen cuerpo técnico. En su momento todo eso lo hizo Omar Quintana y ahora lo hace Abdalá Bucaram Pulley. Son dirigentes que aman el fútbol y a una institución que representa a nuestra ciudad.
¿Hubo descuido en el club cuando Quintana lo dejó?
Sí. Hay dirigentes que tienen visión y que saben hacer las cosas bien y así se logran los objetivos. Omar Quintana es un dirigente a carta cabal, responsable, un visionario.
¿Qué recuerda más de sus siete campañas en 9?
Tengo muchos recuerdos; ahí me inicié, era difícil ganarse el puesto. En algún momento (1981) tuvo dos defensas que eran de la Selección, como Emilio Huayamabe y Orly Zapatón Klínger. No me da vergüenza decir que era el suplente de ambos porque los dos eran de amplia trayectoria. Compartir concentraciones y entrenamientos con ellos me fortaleció mucho, pues a la hora de tener mi oportunidad pude mostrar mi capacidad.
Roberto Mouzo, símbolo de Boca, fue su compañero.
Con Mouzo, un jugador de un gran cartel internacional, hice una buena dupla central en 9 de Octubre. Aprendí muchísimo de él y eso me llenó de satisfacción; es bueno encontrar futbolistas tan valientes como Mouzo. Él me brindaba mucha confianza.
Es bueno que trascienda y que la gente sepa lo que es 9 de Octubre. Es un equipo que hizo historia en el fútbol ecuatoriano. Urlín Cangá, exzaguero octubrino
Jairzinho, campeón mundial con Brasil en 1970, fue su compañero en 1982.
De él puedo decir muchas cosas. Podemos conversar todo un día sobre Jairzinho. Vino como campeón y en la cancha y en las prácticas se rompía. No vino a jugar con su nombre. Además nos ayudaba con todos sus conocimientos.
¿Por qué 9 no pudo ser campeón 1983 y 1984?
Por cosas del fútbol, pese al esfuerzo que se hizo en la cancha. 9 de Octubre iba y ganaba donde sea.
¿Recuerda alguna anécdota con Omar Quintana?
Hay muchísimas. Él me veía cabecear en los tiros de esquina y me decía que yo debía trabajar más en eso, para hacerlo bien en defensa y en ataque. Cuando uno es joven piensa que nos dicen las cosas por molestarnos, pero Quintana nos aconsejaba para que mejoremos y seguir su sugerencia me permitió hacer muchos goles de cabeza, tanto en 9 como luego en Emelec. Siempre estaba atento a que no nos faltara nada porque quería nuestro bienestar.
José Valencia, Hamilton Cuvi, Orly Klínger, Enrique Lanza, Osní, Carlos Torres Garcés, Óscar Pezzano, Nelsinho, Édgar Domínguez, Raúl Avilés y otros. ¿Cuál fue el mejor jugador del llamado ‘Súper 9’?
Todos, tanto como personas como deportistas. En 9 fuimos una familia. Cuando nos concentrábamos en Los Chirijos, de Milagro, había dos zonas (de habitaciones) y cada una tenía su nombre: ‘Pura crema’ y ‘Pabellón chino’. En la primera estaban Palillo, Miguel Cedeño, José Marcelo Rodríguez, Osní, Kike Lanza, y varios más; en la otra Cuvi, Carlos Ruiz, Luis Floril, Potro Muñoz, Jorge Amores, Omar López, Avilés, yo, y otros. Teníamos normas que había que respetar. Una vez llegó al club Juan Ramón Silva (jugó en Nueve en 1984) y nos dijo que quería estar con nosotros en el ‘Pabellón chino’. Le dije: ‘don Ramón, si se somete a los códigos puede ingresar’. Me preguntó qué había que hacer y le respondí que debía recibir una nalgada de cada uno, y aceptó. Y en la noche hacíamos un programa que se llamaba ‘Canta... pero canta cualquier hue...’ (risas). Al que cantara, así lo hiciera feo, lo aplaudíamos y gozábamos. En ‘Pura crema’ estaban los más tranquilos y en el ‘Pabellón chino’ los más inquietos.
¿Quién fue el mejor DT que tuvo ese 9 de Octubre?
Luis Grimaldi. Pero en mis inicios fue don Lucho Drouet, quien me hizo debutar.
¿Dolió cuando se acabó la gran época del ‘Súper 9’?
Nos dolió a todos. El equipo logró cosas importantes y tuvo grandes futbolistas que luego se fueron unos a Barcelona, Emelec y otros Filanbanco.
¿Qué espera de este nuevo equipo en la serie B?
Se lo ve bien reforzado, tiene un dirigente como Dalo Bucaram que ha estado en el mundo de fútbol y tiene un buen concepto del deporte. Confío en que el próximo año el equipo estará en la A. (D)