13/11/2024

Segundo Castillo: Ojalá haya otra historia como la de la selección sub-20 de Ecuador

Martes 07 de Abril del 2020

Segundo Castillo: Ojalá haya otra historia como la de la selección sub-20 de Ecuador

Fue en los primeros años de este siglo el hombre ideal para darle al medio campo de la Selección dinámica, despliegue y fortaleza.

Fue en los primeros años de este siglo el hombre ideal para darle al medio campo de la Selección dinámica, despliegue y fortaleza.

Fue en los primeros años de este siglo, para muchos, el hombre ideal para darle al medio campo de la Selección dinámica, despliegue y fortaleza. Segundo Alejandro Castillo apareció en el Mundial juvenil de Argentina 2001 y luego dio el salto a la Tricolor absoluta, con la que disputó la Copa Mundo de Alemania 2006. Alegre y con muy buenas vibras a pesar de la emergencia sanitaria que atraviesa fundamentalmente Guayaquil causada por el COVID-19, el Mortero habló con EL UNIVERSO vía WhatsApp y decidió revelar varias anécdotas cuando la Selección era conducida por Luis Fernando Suárez y Reinaldo Rueda.

¿Le dijo adiós a la Tri tras la eliminatoria a Rusia 2018?

A la Selección ya es difícil volver porque cada jugador tiene su ciclo y mi tiempo ahí ya pasó. Hay otros que luchan por estar en la Tri y lograr cosas. Me tocó estar casi 15 años; creo que hice lo que debía hacer en la Selección. Sí me habría gustado ganar un título, pero creo que el trabajo que hice fue bueno. Ahora vendrán chicos con ideas nuevas y con ansias de superar lo que uno hizo.

¿De todos los sitios donde jugó de qué ciudad tiene mejor recuerdo?

De todas. Logré títulos con casi todos los clubes y dejé buenos recuerdos. Dos títulos con El Nacional, dos con Estrella Roja, uno con Dorados de Sinaloa; tuve una temporada buena con Deportivo Quito; me fui a mitad de temporada y el equipo fue campeón; con Al-Hilal tuvimos un torneo espectacular y nos quedamos a un punto del título. Sensaciones buenas en todos los clubes; en Pachuca, en Everton. Ahora estoy en Guayaquil City y disfrutamos del buen comienzo.

¿No era hostil el clima en Belgrado por la rivalidad con el Partizán?

A los bomberos les tocaba apagar las bengalas que encendían en las gradas del estadio. Era una locura. Allá la gente vive con mucha pasión el fútbol. Me tocaron más buenos momentos que malos. Después de un clásico, si ganabas debías quedarte media hora en el estadio hasta que se fuera el rival. Y si perdías te tocaba permanecer hasta una hora y media ahí. Era seria la cosa.

¿En la Premier League experimentó algún momento curioso con Everton o Wolverhampton?

En Inglaterra el fútbol es muy apasionante en cuanto a intensidad. En el aspecto cultural, allá después de un partido es diferente. Perder no significa que seas mediocre, la afición te espera afuera y pide autógrafos, y no pasa nada. Acá es diferente: pierdes y no puedes salir porque tal vez te quieren pegar.

En esa época (entre el 2008 y 2010) le tocó marcar a los mejores jugadores de esa generación en la Premier.

Me tocó una buena época, de gran nivel. Del Chelsea jugué contra Didier Drogbá, Nicolas Anelka, Frank Lampard, John Terry; contra Steven Gerrard, Fernando Torres, en los derbis contra el Liverpool; ante Robin van Persie, del Arsenal.

¿Y el duelo más difícil ante equipos de compatriotas?

Varios. Uno que con Everton ganamos 1-0 al Manchester City, que no era el City de hoy; estaban Felipao (Caicedo), Robinho, Elano, entre otros sudamericanos figuras. Me tocó enfrentar a Antonio Valencia cuando él jugaba en el Wigan y después en el Manchester United y yo con el Wolverhampton. Contra otros sudamericanos eran buenos duelos; nos conocíamos todos por las eliminatorias.

Su primer Mundial fue en Argentina 2001 con la sub-20. Con la mayor fue Alemania 2006. En ambos procesos no era estelar.

No jugué el sudamericano que clasificó a Ecuador. Con el profesor Hugo Gallego (Fabián Burbano lo reemplazó) llegué a esa Selección (juvenil). Ya venía jugando en primera y me gané un puesto de titular. En las eliminatorias para Alemania 2006 no era titular, entraba al cambio (ya en la Copa fue titular absoluto).

¿Su mejor época con la Tri la vivió en Alemania 2006?

Sí, porque es el que pude jugar. En mi segundo Mundial, que iba a ser el de Brasil 2014, tuve una lesión faltando un mes (amistoso con México). Pude haber aportado mucho más por experiencia; lo digo porque en un primer Mundial uno se entrega más en intensidad, en dinámica, en despliegue o fortaleza; en un segundo uno ya piensa diferente en una jugada o al corregir errores.

¿Qué plan tenía Suárez antes de jugar los octavos con Inglaterra en el 2006?

Evitar que a algunos jugadores nos muestren tarjeta amarilla para poder llegar completos al partido contra Inglaterra. A mí me sacaron amarilla contra Costa Rica. Estábamos pensando mucho más en Inglaterra que en Alemania, en que el equipo estuviera completo porque ya teníamos un funcionamiento y veníamos con mucho más ritmo.

¿Usted también opina que esa fase era superable?

Nuestro pensamiento fue ‘superamos la barrera de la fase de grupos y llegamos hasta Inglaterra’. De pronto podíamos haber avanzado un poco más, pero la fortuna también juega en el fútbol y ese día no la tuvimos, como sí tuvimos frente a Polonia y Costa Rica. Inglaterra tampoco es que nos llegó mucho, en un tiro libre la tuvo (1-0, gol de David Beckham) y también la tuvimos nosotros (a través de Carlos Tenorio) en una más clara que la de ellos. No era para nosotros, creo yo, pero el esfuerzo se hizo.

¿Esa jugada de Tenorio la siguen recordando?

Entre nosotros (sí). La gente se la pasa hablando de eso (ríe). La gente te la recuerda y aunque tú no quieras te dicen qué habría pasado si Tenorio hacía ese gol. Así es la historia, ojalá los nuevos chicos puedan escribir otra como la de la sub-20 en Polonia 2019.

¿Cuál es la anécdota del amistoso contra Portugal del 6 de febrero de 2013 en el que usted y Cristiano Ronaldo fueron capitanes?

(Ríe a carcajadas). Por temas de logística no llegaron las maletas con los uniformes y el banderín de la FEF. Justo a ese partido Walter Ayoví, el primer capitán, no pudo viajar. Entonces me dijeron que yo debía ser el capitán. Cuando ya estábamos en el túnel del estadio hago la pregunta: ¿Y el banderín de la FEF? ¿Cómo es la cosa? Llamo al utilero y él dice que la maleta no llegó y que no compraron uno pensando que la maleta podía llegar. Entonces me la jugué. Saltamos a la cancha y ya cuando me estoy acercando a Cristiano, y digo: ¡Chuta! ¿Cómo es la vuelta? ¡Voy a ir sin banderín! Me tocaba poner la cara. Y a la hora del intercambio yo le digo: Cristiano, discúlpame. Por logística y por temas de viaje no llegó el banderín y no tengo cómo entregártelo. En otra ocasión te lo hago llegar. Él respondió: “Tranquilo, no te preocupes. Vamos a disfrutar del partido. Muchos éxitos para ti y para tu grupo”. Justo ese día era su cumpleaños, así que yo le dije: No te di el banderín pero te vamos a dar un buen regalo; ganarte acá en tu casa. Era el primer partido importante que Ecuador iba a tener contra Portugal y me tocó saltar sin el banderín (risas). (Ecuador venció 3-2 con tantos de Antonio Valencia, Joao Pereira en contra y Felipe Caicedo).

Hablemos de la anécdota del partido entre Ecuador y Argentina válido por el clasificatorio a Brasil-2014. ¿Qué dispuso esa tarde el DT Reinaldo Rueda en el camerino?

Nos dijo: “Muchachos, ya todo está listo, ya hemos hablado demasiado, nos conocemos de hace mucho tiempo. Ustedes son jugadores inteligentes, ya maduros; ya no tengo yo que estar hablando, ya conocen a Argentina y lo que quiere la gente es que salgan a ganar. Y ustedes saben que este partido, para seguir en el pelotón de los que queremos clasificar al Mundial, hay que ganarlo. Y si no podemos ganarlo, no lo perdamos. Y si alguien quiere dar la charla, que se salga”. Al final el partido contra Argentina lo empatamos con gol mío (1-1), en el Olímpico Atahualpa. (D)

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