Liga de Quito fue de los pocos clubes que no planteó un reajuste económico a sus jugadores y aplicó la fórmula de retención de sueldos para paliar la crisis financiera que generó la paralización por el coronavirus; sin embargo, la situación es “insostenible”, según el directivo Esteban Paz, que busca cambiar lo establecido con el plantel y aplicar nuevos acuerdos.
“El resultado económico de los últimos meses no ha sido preocupante, ha sido catastrófico. Son tres meses que no hemos generado ingresos”, dijo Paz en diálogo con Mundo Deportivo, de ahí la decisión de la dirigencia azucena por cambiar los acuerdos a los que llegaron con el plantel en abril, con retenciones de entre el 20 y 50 % de los salarios, según los ingresos de cada jugador.
Como es un tema general entre las instituciones de LigaPro, los albos han recibido “un frenazo” de parte de auspiciantes, con contratos suspendidos y hasta cancelados. El único ingreso fijo de los clubes ahora es el pago de GolTV por derechos de televisión, aunque solo se ha cancelado “la mitad” de abril, según indicó Paz.
Un cambio, o "la quiebra"
“Estamos descompensados, afectados económicamente. Los jugadores con la fórmula de retenciones de sueldos no han perdido sus ingresos, pero en este momento dentro del descalabro completo de las finanzas de Liga debemos sentarnos con ellos para ver como reestructuramos esto, porque si continuamos así (con retenciones) se siguen generando pasivos, con lo que llegaremos a fin de año y el club estará quebrado, fuera de concepto posible de pago”, apuntó Paz.
El directivo reconoció que “los jugadores firmaron contratos y Liga tiene obligaciones con ellos, pero llega un punto en que las circunstancias son tan duras que vamos a tener que cambiar el formato”.
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En este sentido, el club está “obligado a hacer una reestructuración de sueldos”, señaló el albo, que espera “comprensión” del plantel para el cambio de fórmula en el trato de sueldos con los jugadores.
"Ojalá tengamos empatía con ellos, algunos comprenderán la situación y otro no, pero hay que explicarles y socializar una propuesta que podría salir incluso de ellos para que no sea algo impuesto, porque eso genera desmotivación”, expresó.
Paz adelantó que para cualquier intento de acuerdo con los jugadores lo primero es tener definidos los ingresos que tendría el club en los siguientes meses, “principalmente con auspiciantes, porque sabemos que se terminaron las taquillas este año y eso destruye por completo el presupuesto que elaboramos, y ahora no tenemos capacidad de defenderlo”, indicó el directivo azucena.
Transferencias frenadas
Jugadores como el delantero uruguayo Rodrigo Aguirre y el central ecuatoriano Franklin Guerra estaban en la mira para completar una transferencia; sin embargo, con la situación económica del fútbol y a nivel general en el mundo, las negociaciones no prosperan.
En mayo, Paz adelantó que una opción para manejar la crisis era negociar jugadores al exterior. “Es el momento de una reducción planificada y urgente para no tener problemas económicos severos y eso podría reproducir temas que luego afecten en la parte deportiva”, señaló.
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Pero además de las intenciones por mejorar la situación del club y apurar transferencias de los jugadores, “comercialmente ahora no es buen momento para salir al mercado porque los contratos afuera no son los que estamos esperanzados en conseguir, todo eso está desvirtuado y no tengo claridad con qué enfrentar la situación”, enfatizó Paz.
La situación es aún compleja para las negociaciones, con torneos en el exterior paralizados y económicas apremiantes, por lo que “si no viene una oferta real, estos jugadores se quedan en Liga y tendremos que buscar la manera de solventar todo”, concluyó el directivo. (D)