26/12/2024

Jorge Barraza: Ecuador y Uruguay ponen al rojo vivo la Eliminatoria

Domingo 15 de Noviembre del 2020

Jorge Barraza: Ecuador y Uruguay ponen al rojo vivo la Eliminatoria

La Tri sabía que Bolivia era el rival más flojo y había que ganarle. Se lo autoimpuso. Y se encaramó en las posiciones. La goleada de los charrúas a Colombia fue un golpazo.

La Tri sabía que Bolivia era el rival más flojo y había que ganarle. Se lo autoimpuso. Y se encaramó en las posiciones. La goleada de los charrúas a Colombia fue un golpazo.

¡Qué maravilla es la Eliminatoria…! Un tsunami de pasiones. Alegra, entristece, encoleriza, ilusiona, decepciona. Ecuador pasó de las más bajas expectativas a una esperanza muy, muy grande (con razón), Uruguay del malhumor inicial a la sonrisa del viernes; Colombia fue goleado de local y se amontonan los calificativos tremebundos: “vergüenza”, “desastre”, “humillación”. Euforia en Chile: “Así los queríamos ver, cabros”, titula en su portada La Cuarta. Y en la Argentina braman contra el juez brasileño que arbitró frente a Paraguay. Lo notable es que no hay indiferentes frente a esta competición que es, por mucho, la más visceral de todas. Atañe como ninguna a la nacionalidad y a los nacionalismos; los despierta. Cada fecha deja muchísimo material de opinión.

* AUTORIDAD. La de Ecuador, para llevarse los tres puntos de La Paz. Bolivia se fortaleció con los jugadores de Bolívar y Wilstermann que no habían actuado en las primeras dos fechas (entre ellos Arce, autor de un golazo) y la Tricolor perdió a Enner Valencia, pero mostró decisión para buscar el partido siempre. Con personalidad y compromiso. Sabía que Bolivia era el rival más flojo y había que ganarle. Se lo autoimpuso. Y se encaramó en las posiciones.

* GOLPAZO. El de Uruguay a Colombia. Los charrúas se dieron un baño de fe después de haber jugado espantosamente en los dos cotejos iniciales. El Maestro Tabárez jamás habrá soñado obtener semejante victoria, tan plácida que hasta cabeceó en la silla. Volvió Cavani y mostró la categoría internacional. Bordeando los 34 años y tras siete meses y medio inactivo, definió con serenidad y clase la única que le quedó de frente al arco de Ospina. Iban apenas 5 minutos, a partir de allí la tarde barranquillera fue toda celeste.

* DEBACLE. Antes de comenzar la Eliminatoria sostuvimos que, por tradición, importancia de cada medio y cantidad de jugadores en el exterior, Argentina, Brasil, Uruguay y Colombia eran lógicos aspirantes a un cupo. Después del 0-3 del viernes, Colombia deberá refrendarlo fecha tras fecha. Tan desangelada actuación pone en duda su viaje al Mundial. Un equipo sin funcionamiento, sin carácter y sin jerarquía. Incluso con bajísima intensidad física. Viaja a Quito lleno de dudas. Si Ecuador mantiene su regularidad está frente a la ocasión perfecta de cerrar el año con 9 puntos, bien arriba en la tabla. Y darle otro empujón a un rival directo. No jugarán los dos zagueros titulares, Yerry Mina (dos amarillas) y Dávinson Sánchez (no viajó pues su esposa dio a luz).

* EVOLUCIÓN. Después de dos victorias consecutivas, Argentina cedió un empate ante Paraguay en La Bombonera. La pérdida de dos puntos dejó cierto sinsabor. Lo mismo que el comienzo titubeante del equipo. Sin embargo, la albiceleste dio un paso adelante como equipo. En el segundo tiempo encajonó a la Albirroja contra su área con decisión y empuje. Pero martillar contra once parapetados en veinte metros de campo no es fácil. Y más contra futbolistas que históricamente han hecho de la resistencia su estilo de juego.

* GOLPAZO II. El que le dio el volante paraguayo Ángel Romero a Exequiel Palacios, de Argentina. Descalificador: saltó a cabecear con las dos rodillas arriba contra un jugador que estaba de espaldas y lo fracturó en la columna. Una entrada bestial que demandará varios meses de recuperación a Palacios. Romero no se disculpó, el árbitro brasileño Raphael Claus ni lo amonestó. Y el VAR no lo llamó para revisar la brutal acción. El 18 de septiembre pasado, Romero había fracturado a Andrés Herrera, su compañero de San Lorenzo, en una práctica del club. Habían tenido un roce en el entrenamiento, lo fue a buscar de atrás y le quebró el peroné. En esa ocasión ensayó un tibio descargo.

* FENÓMENO. Alcanzamos a ver algo de Elías Figueroa en aquellas Libertadores poco televisadas de los ‘60, vimos más a Caszely (buenísimo), admiramos a Salas (fenomenal), pero ningún futbolista chileno nos ha impactado tanto como Arturo Vidal, un auténtico crack de nivel mundial. Jugador total, defiende, ataca, convierte, lidera, transmite. ¡Lo que jugó contra Perú…! Mencionar sus dos goles es de rigor, sobre todo el primero, sensacional, pero es imposible no resaltar su entrega, deja hasta la última gota de sudor sobre el césped, tiene un recorrido inmenso, de área a área. Y es técnico, inteligente, guapo. Una figura de todas las épocas. Y símbolo de la Chile ganadora.

* ATENCIÓN... A Darwin Núñez, nuevo delantero de Uruguay de 21 años. Marcó el tercer gol oriental en Colombia. Llega para compartir ataque con Suárez y Cavani y relevarlos a futuro. Está lleno de gol, le pega brillante a la bola. Marcó un golazo desde fuera del área con un remate muy colocado junto a un poste, abajo. Pasó al Benfica por 24 millones de euros, el más caro en la historia de la liga portuguesa y la venta más alta del Almería y de la Segunda División de España.

* INVOLUCIÓN. La de James Rodríguez. Colombia lo tiene como un ídolo nacional, por haber sido goleador de un Mundial y haber llegado al Real Madrid en un pase galáctico, al Bayern Munich y otros grandes clubes europeos, pero no alcanza a responder a tanta expectativa. Es un 10 que no conduce, lanza pelotazos, no toma el mando del equipo, está falto de dinámica, no logra sostener dos segundos la pelota porque lo enciman y se la sacan (le pasa también en el Everton). Y vienen contraataques que cuestan goles. No se lo ve bien físicamente, por eso se ve compelido a sacársela de encima rápido y pierde precisión. No elabora fútbol, tira pases y ya. Incluso está alejado del arco, antes pisaba seguido el área.

* ESCENARIO. Las tres derrotas seguidas de Bolivia y Venezuela, pero sobre todo las victorias de Argentina y Ecuador en La Paz obligan a los demás a ganarles a los dos últimos. Aquellos que pierdan puntos con la Verde y la Vinotinto llorarán mares. (O)

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