Pasarán años, quizás décadas y se seguirá hablando del 6 a 1 de Ecuador a Colombia. Por los goles, por el juego, por el aplastamiento. Por el tsunami de orgullo de un lado y el terremoto de rabia del otro. Porque le costará el puesto al entrenador portugués Carlos Queiroz. Por el baño de prestigio continental que le proporcionó a Gustavo Alfaro; por algunos jugadores ecuatorianos que Sudamérica comienza a observar con detenimiento. Y porque en solo cuatro fechas Ecuador pasó de ser un competidor sin mayor crédito a aspirante, de aspirante a revelación y de revelación a sensación. Meteórico.
- Una cumbre futbolística para la historia
* ¿EJEMPLO…? La llegada de último momento de Gustavo Alfaro al comando de Ecuador -se encontró por primera vez con los jugadores que iba a dirigir cuatro días del partido debut- y su sensacional rendimiento inmediato es un cachetazo a toda proclama de previsión, organización, planificación. ¿Está bien…? ¿Eso es lo que corresponde hacer…? No, decididamente es la antípoda de todo lo que debe hacerse. Simplemente, salió bien. Porque el fútbol no es una ciencia exacta y porque Alfaro mostró sus grandes dotes, su grado de compromiso y, sobre todo, su perspicacia para agarrar al vuelo las variables: jugadores, táctica, situaciones, rivales. Pero no, el manejo no es ejemplo de nada. En este caso, cabe disfrutar y no analizar.
* FUTURO. Las primeras fechas de la Eliminatoria, sobre todo las dos últimas, dejaron cinco nombres que son esperanza grande para Sudamérica, históricamente un vivero excepcional de talentos, ahora una tierra fatigada y poco productiva: Nico González (Argentina), Richarlison (Brasil), Darwin Núñez (Uruguay), Moisés Caicedo y Gonzalo Plata (Ecuador). Es la mejor noticia que deja la competición.
* NICO. Nico González, frescos 22 años, es delantero, aunque polifuncional (jugó de lateral izquierdo ante Paraguay), un jugador liviano, rápido, más bien eléctrico, muy decidido, con gol y de fantástico cabezazo. Maneja los tres aspectos del juego aéreo: se posiciona bien, se eleva como un resorte e impacta con fuerza y dirección. Así le hizo un gol a Paraguay (hay que ganarles de arriba a los guaraníes…) y luego marcó con un zurdazo a Perú. Ayer hizo el gol del empate del Sttugart. Fue figura esencial de dos ascensos: de Argentinos Juniors en 2017 y del Stuttgart este año.
* RICHARLISON. Cumplió 23 y ya es titular para Tite, lo cual dice mucho. Delantero por afuera, con gran desequilibrio por potencia, pero también por determinación. Desborda, obliga, hace goles y los genera para otros. Cuando vuelva Neymar, el DT tendrá un lindo dolor de cabeza: a quién sacar. Ney y Firmino son fijos, entre Coutinho y Gabriel Jesús está el posible sacrificado, pero Richarlison juega. Lo vemos todos los partidos en el Everton, a los marcadores rivales los internan después de enfrentarlo 95 minutos, es una pesadilla.
- Todos fuimos súbditos de Pelé
* DARWIN. En junio llegó a los 21 años y ya empiezan a pelearse por él los grandes de Europa. Tremendo goleador. Según Jorge Jesús, técnico del Flamengo campeón de la Libertadores que volvió al Benfica y lo tiene en su plantel: “Va a ser el mejor jugador del mundo”. Puede parecer exagerado, pero lo dice un entrenador exitoso y de enorme experiencia. Otro que ya es número puesto en Uruguay junto a Suárez y Cavani. Lo mejor suyo: el remate y la decisión para tirar al arco. Le pega de una.
* PLATA. Oro más que Plata. La zurda de Gonzalo es un pincel. El tipo de jugador que uno quiere que la tenga siempre. Su gol a Colombia es de esos que se gritan aunque uno no sea hincha. Una belleza por toda la maniobra (brillantemente complementada por Mena) y el exquisito disparo final. Si ese es su primer gol en selección, ¡lo que debemos esperar más adelante…! Como los verdaderos cracks, no necesitó que el entrenador le diera veinte partidos. Un puñado de minutitos en cada jornada le alcanzaron para obligar a Alfaro. Ya no sale más. Inmenso futuro. Tiene que corregir un tema delicado: no discutir ni manotearse con los rivales (ni manotearlos él). Flamantes 20 años.
* MOISÉS. El más jovencito de los cinco, nuevos 19 años y una increíble madurez para conducir los hilos del equipo, tomando siempre buenas decisiones, dándole claridad y profundidad a la jugada. Y no lejos del gol. Con el tiempo, Moisés Caicedo puede llegar a ser un armador de juego notable, que es la función más difícil del fútbol junto con marcar goles. En cualquiera de las posiciones del medio rinde exactamente igual porque los buenos juegan bien en cualquier lado. Otra de las grandes noticias que Ecuador tiene para darle a esta Eliminatoria.
* DESPERTARON. Bolivia le empató en Asunción a Paraguay (que ya perdió cuatro puntos en casa, dos con la Verde y dos ante Perú). Venezuela volteó a Chile, que se había enderezado al vencer a Perú. No es un tema menor. Comienzan a enderezarse y a pellizcar resultados, lo que puede ser muy doloroso para aquellos que no logren vencerlos. Por eso, aunque parezca un mérito menor, sería buenísimo para Ecuador ganar a la Vinotinto en marzo y así lograr los seis puntos contra ambos fuera de casa.
- Ecuador se recibe de aspirante
* OTROS TIEMPOS. Esta es la decimocuarta Eliminatoria que le toca vivir a este cronista como hombre de fútbol. Dado que es cuatrienal, parece increíble tal número. Pero así es... Bellísima, ninguna competición la iguala en pasión, en ardor, en adrenalina, ni siquiera un Mundial. Y la primera no nos dejó un bonito recuerdo: Perú eliminó a Argentina del Mundial de México ’70. Se jugó en La Bombonera y empataron 2 a 2. Argentina necesitaba ganar, Perú tenía un equipazo. En la creciente pasión adolescente aquel empate-derrota fue una gran desilusión. Pero era otro mundo, otra vida, más calmo todo, las cosas se aceptaban con resignación. Si Argentina, Brasil o Colombia quedaran fuera actualmente de un Mundial sería un escándalo nacional. Entonces se tomó con soda, hielo y limón. (O)