Djorkaeff Reasco, jugador de Newell's y de la Selección de Ecuador, habló en exclusiva con ESPN.com desde Rosario. Tras 5 meses en el fútbol argentino, el delantero nacional nos contó como va su adaptación, cómo evoluciona su juego en una de las ligas más competitivas del mundo y nos reveló detalles de su gran ilusión: estar con la Tri en Qatar 2022.
A los 23 años, Djorkaeff Reasco tiene muy en claro su presente y su futuro. Tras un paso fulgurante por Liga de Quito, su actualidad en el fútbol argentino, ganando minutos y roce de jerarquía en la ofensiva de Newell's, lo encamina hacia objetivos precisos. Una carrera exitosa en el primer nivel, una estadía gloriosa en Europa y, claro, partidos con la Selección en la Copa del Mundo. Sin muchos rodeos, comenzamos preguntando lo obvio.
-¿Dónde te imaginas que vas a estar en noviembre de este año?
-(Sonríe) Sueño todos los días con estar en el Mundial. Con representar a Ecuador. Con estar con el uniforme amarillo, azul y rojo. Y para eso hay que dar pasos pequeños, firmes, y siento que en el fútbol argentino estoy consiguiendo eso. Aprendiendo muchísimo, y el aprendizaje es parte del triunfo. Para tener éxito primero hay que aprender. Siento que hoy estoy dando pasos hacia adelante, con esa meta y ese sueño en mente.
-Esa mentalidad suena a Gustavo Alfaro, ¿Qué tiene el profe Alfaro que le llega tanto a los jugadores de Ecuador?
-El profe Gustavo tiene un poder de convencimiento increíble. Nos habla con una seguridad, nos mira a los ojos y va individualizando. Habla en el grupo pero uno siente que le habla a solas. Ese convencimiento que él tiene nos llega al corazón. Primero al corazón, porque creo que desde ahí parte el trabajo de él. El convencimiento, generar una relación con él, creerle. Antes de los partidos él nos habla del corazón, de la fuerza de voluntad, de triunfar. Y uno entra a la cancha con ganas de comerse el partido. De pelear todas las pelotas y creo que eso ha caracterizado mucho a Ecuador, sobre todo en las Eliminatorias. Y ahora en estos amistosos que fue un equipo con mucho toque pero lo físico ha sido muy importante.
-No pudiste tener minutos en la gira, ¿Tuviste una charla con Alfaro sobre tus opciones en la Tri?
-He hablado con el profe, lo que nos dijo a todo el grupo fue que necesitaba que estemos al máximo nivel cuando llegue noviembre. Quiere que estemos jugando, con ritmo, que estemos bien física y psicológicamente porque va a ser el máximo torneo. El torneo de nuestros sueños y uno tiene que prepararse para eso porque uno nunca sabe qué va a pasar para esa fecha.
-Pese a la competencia, hay mucho compañerismo en Ecuador. ¿Cómo caracterizas el plantel nacional?
-Casi todos estamos entre los 20 y los 25 años. Con los de mi edad nos conocemos desde chicos, cuando nos enfrentábamos en divisiones formativas, en Primera. Los de más experiencia han sido referentes del país. Ha sido fácil adaptarse a este grupo. Sobre todo porque es un gran grupo humano. Cuando convocan a jugadores nuevos se los hace sentir como si fueran parte de todo el proceso. Es un grupo muy humilde, muy unido y con una alegría peculiar. Eso caracteriza a la Selección de Ecuador.
-¿Además de goles, qué puedes aportar con tu juego a esa filosofía colectiva de la Tri?
-El desgaste físico, colaborar con mis compañeros en defensa y en ataque es algo primordial. En la Selección se trabaja mucho eso y por eso creo que venir a la Argentina fue una de las mejores cosas que me pudo pasar. Para ganar ese roce, ese choque. La intensidad con la que se juegan cada partido. Todos son intensos, se pelean todas las pelotas. A lo mejor era algo que le faltaba a mi estilo de juego. Siento que lo voy ganando y eso me hace sentir bien. Me hace sentir preparado para seguir con este sueño de ir al Mundial.
-¿Cómo te adaptas a la Argentina y qué te pareció la ciudad de Rosario?
-Estoy con mi novia, ya vamos 6 años, y decidimos venir a vivir juntos. Estoy muy feliz. La ciudad nos cautivó. Visitamos el Monumento a la Bandera, el acuario, el río. Cuando tenemos libre vamos a caminar al río y vemos que hay mucha gente y eso nos gusta. También nos llamó mucho la atención que la ciudad es muy cultural. Hay lugares muy bonitos, estamos muy felices de estar acá.
-¿Tu papá te dio referencias de Rosario, de cuando él jugó ahí? (NdR: Néicer Resco también jugó en Newell´s, en 2001)
-Llegué con mi papá acá para la firma del contrato y se quedó 15 días conmigo. Pasábamos por donde él vivía y notaba todo cambiado. Claro, han pasado 20 años. Pero se sentía feliz de cómo estaba Rosario, le gustaba, sobre todo cómo está el club.
-Rosario es una ciudad muy futbolera, ¿Ya te reconocen en la calle cuándo sales a caminar?
-Antes de venir a Newell´s he hablado con jugadores que habían jugado acá, Adrián Gabbarini o Lucas Villarruel, y me decían que venía a una ciudad en la que se hablaba 100% fútbol. Llegué y fue más de lo que me habían contado, más de lo que me había imaginado. Voy a cualquier lado y la gente me reconoce, me saluda, me brinda su afecto. Lo que más me ha encantado es el cariño de la gente. Desde el día uno que el hincha de Newell's me brinda su cariño y eso uno lo guarda en el corazón.
-Sobre todo ahora que son punteros de la Liga argentina, ¿Cómo valoras este gran arranque de campeonato?
-El grupo está muy bien y no es casualidad que estemos en el lugar en el que estamos. Siento que estamos muy bien, todos queremos jugar, y eso le ha hecho bastante bien al grupo.
-En lo personal, ¿cómo evalúas estos primeros meses en Newell´s?
-Bien, han sido 5 meses de buena adaptación. Difícil, como todo cambio. Sobre todo porque ha sido un cambio muy grande en mi vida. Pero siento que he aprendido muchísimo en el fútbol argentino. Por eso aquí salen jugadores que venden a Europa y les va super bien. El fútbol es tan duro que puedes competir tranquilamente en Europa. Cada día me siento mejor, más fuerte, conociéndome a mi y a mis compañeros. Como todo jugador espero la oportunidad, sigo trabajando. La constancia es lo único que te lleva a triunfar.
-¿Cómo se dio tu salto a fútbol argentino, porqué elegiste a Newell´s?
-Cuando estaba en Liga, que me estaba yendo muy bien, fui llamado a la Selección. A mi me encanta hablar con mis compañeros, quienes ya han hecho una carrera. Uno trata de emular sus pasos, porque mi objetivo es llegar a Europa. Entonces uno trata de preguntar cómo es, cuáles son los pasos… y me dijeron: 'El fútbol argentino te va a formar, de carácter, de juego, de tono físico, de fútbol. Estar en una ciudad como Rosario, con el estadio lleno, con 40 mil personas te va a ayudar a crecer, a aguantar la presión'. Entonces, dije: 'Ese es el paso que debo dar'. Y Newell's, porque tenía mucha gente en mi entorno que había estado en el club. Primero mi papá, después Gabbarini, Villarruel, y me dijeron 'ese es el lugar' y desde el día 1 he disfrutado todo.
-¿Qué sientes que ya te aportó el fútbol argentino y qué sientes que todavía estás incorporando?
-Siento que debo implementar muchas cosas más. En el tono físico he aumentado muchísimo, en la gira con la Selección mis compañeros me comentaban que me veían mejor, más grandote. También siento que he incorporado esa fuerza con la que se busca el balón acá. Me falta muchísimo, pero cada día doy un paso y eso es lo importante.
-¿Cómo te defines como jugador, a quién miras?
-Me considero un nueve moderno. Con mucha movilidad, que tira muchas diagonales, trato de estar siempre en contacto con el balón. En Argentina, me gusta mucho Julián Álvarez (NdR: acaba de ser vendido de River Plate al Manchester City), siento que tengo un juego parecido. De afuera, me gustan mucho Gabriel Jesus y Luís Suárez.
-En Newell´s venís mostrando que también podés asistir, ¿Sentís que lo tuyo es más el gol o el pase gol?
-(Risas) El gol. El gol. De hecho, en Liga era 9 y lo que me caracterizo era el gol. Pero claro, por mis condiciones técnicas aquí en el fútbol argentino trato de ayudar en la generación de juego, en la gestación, en dar ese pase final. Tengo dos asistencias y un gol, pero lo mio es el gol. Estar siempre en el área. Soy más finalizador que generador, aunque siempre voy a estar predispuesto a dar lo que el profe requiera.
-Sos hincha de Liga, ¿Seguís al equipo, al fútbol ecuatoriano?
-Cuando estaba en la Copa Sudamericana lo seguía. Al torneo local, un poquito menos. Pero siempre estoy pendiente por redes sociales a mis compañeros, a mis amigos que dejé allá les pregunto cómo está el club, el equipo. Las amistades nunca se pierden.
-¿Extrañas la comida de Ecuador o ya cambiaste el encebollado por el asado argentino?
-Me van a matar, pero para mi la comida típica de Ecuador es el encocado. Encocado de camarones, de pescado. Mi familia siempre ha sido más de encocado que de encebollado. Acá en Rosario me he sentido muy bien con la comida, se come muy bien, muchos mariscos, pescados. Pero no puedo traicionar mis raíces y voy con el encocado de camarones.