“El ‘Cholo’ Simeone cuando estaba en Argentina, antes de ir al Atlético de Madrid, vino unos días a vernos [a Barcelona]. ¡Y me encantó! Hablamos y me dijo: a mí esto no me gusta, no lo siento”. A Guardiola le quedó grabada aquella charla con el argentino. Ese primer acercamiento como técnicos -ya se habían cruzado siendo futbolistas contemporáneos- dejó en claro sus posturas respecto a cómo ven el fútbol: extremos opuestos, distanciados por más de los diez mil kilómetros que separan Sampedor y Buenos Aires, las ciudades que los vieron nacer. A Pep le gusta tener y cuidar el balón; a Diego Pablo, arrebatarlo. Ese choque de estilos se vio en los cuartos de final de la Champions en el que el Manchester City se impuso al Atlético y clasificó a las semifinales.
¡Ganó, gustó y goleó! Barcelona ganó 5-0 a Antwerp, por la Champions League