El gol de Alexander Orozco a los 90′ del duelo entre Universidad Católica y Colo Colo desencadenó una serie de hechos lamentables y despreciables. La furia de los aficionados cruzados y la no intervención de los efectivos de seguridad fueron los ingredientes que bastaron para que se inicie algo que pudo terminar en tragedia.
Tras el pitazo final del partido, desde las tribunas empezaron a llover objetos. El destino de los proyectiles eran los jugadores de Colo Colo que todavía se encontraban en el campo. Los asistentes lanzaron desde botellas, piedras e incluso sillas. Todo esto debido a la permisividad que hubo en los controles de ingreso al Estadio San Carlos de Apoquindo.
Sin embargo, esto no quedó ahí. Algunos miembros de la barra de la Católica lograron infiltrarse al área de prensa ubicada en la tribuna preferencial. En dicho sector se colocaron algunos hinchas de Colo Colo que se hicieron pasar como periodistas. En esta parte del estadio las agresiones fueron con palos y algunos fierros que habían en el lugar.
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Por si fuera poco, Edmundo Valladares -presidente de Colo Colo- denunció los jugadores y el cuerpo técnico sufrieron el robo de algunas pertenencias en el vestuario. A través de sus redes sociales, el cuadro del ‘Cacique’ denunció los hechos ya relatados y exigió la investigación de parte de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional de Chile (ANFP).