Cuando el bolillero puso al Barcelona junto al Bayern Munich en el grupo C fue como que buena parte de Cataluña se atragantó con un arroz. El FC Barcelona, el club que peor ficha y más gasta en el mundo (con mucha diferencia), ha logrado hipotecarse un poco más con sus palancas financieras para construir un nuevo equipo que por fin le permita competir sin vergüenzas en la Liga de Campeones de Europa, en la que ha hilvanado una cantidad de papelones en serie.
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